Por Antonio Rossi
Cuando todavía sigue rebotando el fallo de la Corte que puso un freno al tarifazo del gas, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, lanzó al ruedo un plan para reprivatizar las concesiones viales y extender de 8.000 a 14.320 kilómetros los tramos de las rutas nacionales donde habrá que pagar peajes atados a la cotización del dólar.
El nuevo esquema para el negocio de los peajes que entrará en vigencia a partir del próximo año es impulsado por Dietrich y el titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, ya fue anticipado a constructoras locales y del exterior.
La reconfiguración de las concesiones viales promete desatar fuertes críticas de los usuarios y de los productores de las economías regionales porque lejos de reducir los costos logísticos y de transporte va camino a incrementarlos por la mayor cantidad de rutas que estarán alcanzadas por los peajes y por las nuevas tarifas dolarizadas que implicarán subas del 150% al 200% con respecto a los valores que rigen actualmente.
El plan de Transporte es instalar peajes cada 100 kilómetros y cobrar una tarifa final a los automóviles que, según el tipo de ruta, oscilaría entre los 3 y 4,80 dólares.
El plan de las autoridades de Transporte es instalar estaciones de peaje cada 100 kilómetros y cobrar una tarifa final a los automóviles que, según el tipo de ruta, oscilaría entre los 3 y 4,80 dólares.
Para el pago de los peajes, Dietrich prevé la creación de una nueva tarjeta de telepeaje similar a la SUBE. Se denominará “Tarjeta viaL” y tendrá como objetivo eliminar el cobro manual en las estaciones de peaje. A partir del tercer año de las nuevas concesiones, a los usuarios que no tengan la “viaL” se les duplicará el valor del peaje cuando abonen en forma manual.
Las actuales concesiones viales—que fueron prorrogadas hasta abril de 2017—abarcan casi 8.000 kilómetros de las rutas nacionales más transitadas del país. La intención de la administración macrista es llamar a licitación a principios del próximo año y adjudicar los nuevos corredores viales en el segundo semestre.
Entre otros aspectos destacados, las nuevas concesiones viales contemplan las siguientes modificaciones:
- Se amplían de 8 a 12 la cantidad de corredores viales regionales que cubrirán todas las provincias, con excepción de La Rioja y Tierra del Fuego. Se sumarán al sistema de peaje las redes de accesos a las ciudades de Tucumán, Mendoza y Neuquén.
- La distancia entre las estaciones de peaje oscilará entre los 80 y 120 kilómetros y habrá cabinas de bloqueo para evitar los “by pass” en caminos secundarios.
- Los concesionarios tendrán que llevar adelante tres clases de obras: a) iniciales: comprende la repavimentación y construcción de banquinas pavimentadas; b) obligatorias: según el estado de cada corredor y c) ampliatorias: se disparan por una clausula gatilla en función de los niveles de tránsito.
- Durante el primer año seguirán funcionando las actuales estaciones de peaje. Las nuevas se habilitarán a partir del segundo año tras la concreción de las obras iniciales.
El nuevo plan contempla que se sumará al sistema de peajes las redes de acceso a Tucumán, Mendoza y Neuquén, con concesiones por 30 años.
- El plazo de las concesiones será de 30 años.
- Las tarifas de los camiones se definirá por las siguientes variables: cantidad de ejes, peso por eje y cumplimiento de la relación peso-potencia. Se aplicarán multas crecientes por exceso de cargas y violación de la relación peso-potencia.
- En todos los corredores se instalarán dos tipos de balanzas. Las “dinámicas” que se usarán para cobrar el peaje según el peso por eje de los vehículos. Y las “fijas” que serán operadas por la Administración Nacional de Seguridad Vial (ANSV) para el control de las cargas.
- También se prevé colocar cámaras OCR de reconocimiento automático de las chapas patentes. Además de identificar los vehículos que tengan pedidos de captura, esas cámaras servirán para controlar los excesos de velocidad que se registren entre las distintas estaciones.
- Para los concesionarios regirá un régimen de premios y castigos al momento de evaluar el estado de las rutas. Si el índice de calidad se ubica por encima de lo previsto, podrá subir la tarifa un 3%. Si la ruta presenta un estado solo aceptable, deberá reducir el peaje un 3%. Y si el estado de la ruta se encuentra por debajo de los aceptable, además de la reducción tarifaria deberá afrontar una escala de multas.
Por último, las nuevas concesiones incluyen una arista más que beneficiosa para los operadores privados que no estará exenta de cuestionamientos. Se trata del “ingreso mínimo garantizado” que el Gobierno le asegurará a cada concesionario para mejorar las condiciones de financiamiento de las obras.
Dicho “ingreso garantizado” lo definirá Vialidad para cada concesionario y cubrirá el 70% de la recaudación estimada por peajes. Quedará expresado en dólares para que no se vea afectado por las modificaciones en el tipo de cambio y por eventuales alteraciones que se registren en la actualización de las tarifas de peaje.
(Publicado en lapoliticaonline.com)