23/06/16

El gobierno libera 250 millones y reactiva la central de Ensenada

La Provincia reclamaba el reinicio de la obra. Enarsa le giró a IECSA un anticipo a cuenta de un reclamo mayor por obras no pagadas.

Por Antonio Rossi


(LPO) - Mientras analiza las primeras ofertas de compra para IECSA, Angelo Calcaterra recibió una buena noticia. Enarsa finalmente decidió liberar fondos para reanudar las obras de construcción de la central Ensenada, que como reveló LPO, estaban completamente paralizadas.

La situación había generado incluso un discreto reclamo del gobierno de María Eugenia Vidal, que necesita como el agua la reactivación de la obra pública, para paliar los efectos del ajuste.

Días atrás se confirmó que el presidente de Enarsa, Hugo Balboa, autorizó el giró de 250 millones al consorcio liderado por IECSA, en parte de pago de las deudas pendientes por la construcción de la central térmica.

El pago parcial –que contó con el visto bueno del ministro de Energía, Juan José Aranguren—le permitirá a Calcaterra y su socia Isolux cancelar parte de las facturas con proveedores y subcontratistas que acumulan más de un año de atraso.

Las obras en la usina térmica bonaerense están paralizadas desde el primer trimestre de 2015. Había sido adjudicada en 2010 y, según los plazos iniciales de construcción, tendría que haber estado terminada a fines de 2014.

Diseñada para funcionar como una central de ciclo combinado de 810 MW, la usina sólo está generando a ciclo abierto con un aporte que, cuando no está fuera de servicio por problemas técnicos, llega a un máximo de 560 MW.

Las deudas

Además de los numerosos cambios y trabajos adicionales que registró la obra y que ahora están bajo revisión del actual gobierno, la central Ensenada de Barragán arrastra otro serio contratiempo.

La proveedora de las máquinas generadoras, la empresa alemana Siemens, dio por caídos el asesoramiento técnico y las garantías de los equipos por los atrasos en los pagos y por una reparación de los álabes de las turbinas que los ingenieros de IECSA e Isolux hicieron —bajo presión de Enarsa– sin la supervisión del fabricante en la cual utilizaron componentes y partes que no eran originales.

Para la administración macrista, la central inconclusa de Ensenada representa un desafío económico, por el monto de la deuda a cobrar que están reclamando IECSA e Isolux.

El presupuesto inicial de la central Ensenada fue de 850 millones de dólares. Hasta el año pasado, Enarsa ya había desembolsado alrededor de 1.100 millones de dólares. Y según el planteo de la UTE, le faltarían cobrar por mayores costos, incorporación de obras adicionales y redeterminación de precios otros 300 millones de dólares más.

Además, la misma UTE también tiene en curso otro expediente por redeterminación de los precios correspondiente a la obra de la central térmica Brigadier López.

Esta usina –que está localizada cerca de la capital santafesina y opera desde 2012 con un ciclo abierto de 280 MW—también tiene frenadas las obras para ampliar su capacidad de generación a 420 MW.

En este caso, la deuda actualizada que reclama el grupo constructor y que está entre los temas calientes a resolver por Enarsa ronda los 150 millones de dólares.

Puertas adentro del Gobierno, los reclamos económicos de IECSA-Isolux han generado posiciones encontradas.

Mientras los responsables de Enarsa quieren auditar y relevar los números a fondo con consultoras externas, desde el Ministerio de Energía serían más proclives a darle un cierre rápido a la cuestión con el pago de monto que incluya una quita razonable de parte de los constructores.

En el documento remitido a la Casa Rosada para armar el informe “El Estado del Estado” que el presidente Macri elevó al Congreso nacional, Enarsa detalló el tamaño del pleito:

--Las centrales eléctricas Ensenada de Barragán y Brigadier López costaron casi 2.000 millones de dólares. Si se pondera ese costo por los megavatios generados, el precio medio de las dos centrales es de 1,57 millones de dólares por MW, lo que representa entre un 50% y un 70% más que el valor equivalente de otras centrales similares.

--Si se le agregan los costos reclamados por las empresas contratistas para cubrir redeterminaciones y reclamos, además de los costos de los inspectores independientes de Bureau Veritas y costos financieros, el costo total por las dos centrales treparía hasta los 3.000 millones de dólares.