Cuando aún persiste el malhumor de las empresas y el Gobierno de China por la decisión de la Casa Rosada de suspender la construcción de las dos centrales nucleares que se habían acordado en 2014, un nuevo “desaire energético” del lado argentino promete sumar más turbulencias en la relación bilateral con Pekín.
Esta vez los causantes del cortocircuito con la administración de Xi Jinping y los empresarios chinos serían los ejecutivos locales de Yacyretá por el sesgado manejo que se viene registrando en torno a la licitación internacional de las obras de ampliación del brazo Aña Cuá.
El comité ejecutivo de la EBY (Entidad Binacional Yacyretá)-- que conduce el macrista misionero Martín Goerling --tendría en las gateras una polémica medida para dejar al margen de la pelea licitatoria por las obras civiles y la provisión del equipamiento electromecánico al grupo chino Gezhouba.
Gezhouba—el hólding que lidera el consorcio y lleva adelante las obras de la represas de Santa Cruz, el proyecto energético más importante que tiene China en Latinoamérica—quedaría excluido de la licitación de Aña Cuá por el doble compromiso de la consultora canadiense Stantec-MWH, la cual tiene al mismo tiempo un contrato vigente de asesoramiento y prestación de servicios con la EBY desde hace varios años y un convenio de consultoría con Gezhuoba para las represas patagónicas Condor Cliff y La Barrancosa.
Para las autoridades de Yacyretá, la participación de Stantec-MWH como asesor de la entidad y del oferente configuraría una doble situación de “conflicto de intereses” y de “incompatibilidades profesionales” porque la empresa tiene acceso a datos y documentación de las obras que podrían beneficiar a Gezhouba a la hora de elaborar las ofertas técnicas y las propuestas económicas. Además la participación de la consultora en la evaluación de las ofertas también podría estar teñida de favoritismo hacia su cliente en las represas santacruceñas.
Alertados de la intención de la EBY de dejarlos afuera, los representantes de Gezhouba salieron a manifestar su malestar por medio de distintos voceros del ambiente energético y de funcionarios de la embajada china de Buenos Aires.
Los directivos del grupo chino focalizan sus cuestionamientos a la EBY en el hecho de que no utilizan la misma vara para medir y evaluar a todas las empresas competidoras que quieren quedarse con los contratos por 600 millones de dólares de las obras y los equipos generadores de Aña Cuá.
En la misma situación de Gezhuoba-Stantec MWH también estarían otros tres oferentes:
--La germana Voith Hydro anotada para el suministro del equipamiento electromecánico que posee un convenio de exclusividad con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que a su vez presta servicios de asesoría para Yacyretá desde hace más de una década.
--Techint y Panedile que tienen contratada a la mexicana Technoproject para las tareas de consultoría en las represas de San Juan
--SACDE –la empresa sucesora de Iecsa que adquirió el empresario macrista Marcelo Mindlin—que tiene firmados contratos de ingeniería con Esin Consultora e Hidroestructuras SA.
Al igual que Stantec-MWH, las consultoras Tecnoproject, Esin y la UNLP también tienen contratos de trabajos y asesoramiento con Yacyretá o están en proceso de ser contratadas por la entidad.
Y por lo tanto, sus presencias como consultores de consorcios oferentes también podrían ser “profesionalmente incompatibles” y constituir distintos “conflictos de interés”.
A las quejas de Gezhouba se sumaron en las últimas semanas los cuestionamientos de varios profesionales y técnicos del sector contra la decisión de la EBY de no permitir las asociaciones de consultoras en la licitación de los “Servicios de Ingeniería y Asistencia Técnica a la Gerencia del Proyecto Aña Cuá”.
Para los que siguen de cerca los movimientos internos de la EBY, la admisión de solo presentaciones individuales podría otorgarle una marcada ventaja a Tecnoproject en la pelea que mantiene con otras 10 consultoras que están detrás del contrato de asistencia técnica de Aña Cuá.
En el caso de las obras civiles, las empresas que están en carrera son: China International Water & Electric Corp; Salini Impregilo; Supercemento; Techint; Cartellone; SACDE; Astaldi y –por el momento--Gezhouba Group.
La obra en juego consiste en la ampliación de Yacyretá en el brazo de Aña Cuá, mediante la incorporación de tres turbinas tipo Kaplan que generarán un 9 % más de potencia.
La casa de máquinas será del tipo convencional, construida totalmente en hormigón armado y de aproximadamente 130 metros de ancho. La estructura alojará tres turbinas del tipo Kaplan y la potencia instalada de cada una de ellas será de 92 MW. El plazo previsto para las obras una vez que sean adjudicadas será de 46 meses.
En lo que respecta a la provisión de los equipos generadores, la pelea licitatoria ha quedado planteada entre Voith Hydro, Gezhouba-Harbin Electric Machinery y el consorcio Impsa-CIE-Power China.
Fuente: Transporte y Energía