Por Antonio Rossi
Con los servicios en el AMBA recortados por la pandemia y limitados solo a los trabajadores esenciales, la ferroviaria estatal SOFSE ha comenzado a concentrar sus acciones en dos ítems clave que apuntan a resolver los problemas heredados de la gestión macrista en lo que respecta al estado de las formaciones y la eliminación de los trenes en el interior del país.
Por el lado del material tractivo y rodante de las líneas Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín, Belgrano Sur y Tren de la Costa que están dentro de su órbita; el plan de trabajo de la operadora estatal está focalizado en la realización de los mantenimientos técnicos atrasados y en la incorporación de nuevos trenes eléctricos y diésel.
Para encarar las revisiones técnicas diferidas, la empresa tuvo que resolver primero el problema de la falta de repuestos esenciales que se requieren para la reparación y puesta a punto de los trenes eléctricos chinos que se incorporaron entre 2013 y 2015 a las líneas metropolitanas. Ese escollo quedó superado con la compra de equipos y piezas por un total de 70 millones de dólares que cubrirá los mantenimientos programados de los próximos tres años.
En lo que respecta a la modernización del parque de trenes, la empresa que conduce Martín Marinucci prevé empezar a incorporar desde mediados del próximo año las primeras unidades de los 200 nuevos coches eléctricos CRRC fueron adquiridos por el ministerio de Transporte para la línea Roca.
Para esta compra –que ya se encuentra aprobada y a la espera de ser ratificada con las autoridades chinas en las próximas semanas--, el proyecto del Presupuesto nacional 2021 contempla una inversión de 16.565 millones de pesos.
A ese paquete se agregarán 111 coches motores diésel (DMU) comprados al grupo chino CRRC para reforzar la flota de la línea Belgrano Sur, con una inversión inicial prevista para el próximo año de 3.610 millones de pesos.
En cuanto a los trenes regionales y de larga distancia, el programa elaborado por los técnicos de la SOFSE prevé apuntalar el parque de formaciones con la reparación de 42 coches interurbanos que están parados por la falta de repuestos, la incorporación de 24 Coches Motores Alerce de troncha métrica, la compra 26 nuevas Duplas DMU de trocha ancha a China y la recuperación de los coches Doble Piso y los trenes españoles Talgo que están inmovilizados desde 2014.
Con respecto a los coches Doble Piso que fueron creados por la ex TBA del grupo Cirigliano para los servicios urbanos del Sarmiento, la intención de la SOFSE es mejorar sus condiciones de confort y seguridad y utilizarlos en ramales de pasajeros del interior de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa.
En el caso de los cuatro trenes Talgo IV que habían llegado al país en 2012 y dejaron de circular dos años después, la idea de la operadora estatal es repararlos bajo la supervisión del fabricante ibérico y ponerlos nuevamente en servicio en el ramal a Mar de Plata.
Una vez que tenga la vía libre de las autoridades sanitarias para restablecer los trenes regionales y de larga distancia, el plan de la SOFSE prevé volver a correr los siguientes servicios:
-Costa Atlántica: entre cuatro y cinco trenes diarios de ida y vuelta entre Plaza Constitución y Mar del Plata. Una vez que concluyan las obras de rehabilitación de vías y la reparación de las triplas CAF- Renfe 593 que han sido recientemente licitadas, se restablecerá el servicio entre Guido y Pinamar.
-Provincia de Buenos Aires: está en carpeta la reactivación de los servicios suprimidos por el exministro de Transporte Guillermo Dietrich a Tandil, 25 de Mayo, Pehuajó y Bahía Blanca vía Pringles.
-La Pampa: una vez que se extienda el servicio de Bragado a Pehuajó se buscará llegar hasta General Pico y Santa Rosa.
-Regionales: reinicio parcial de los servicios metropolitanos en las provincias de Salta, Chaco, Entre Ríos, Río Negro y Neuquén.
-Larga distancia: se retomarán el servicio Retiro-Rosario de lunes a viernes y las dos frecuencias semanales entre Retiro-Tucumán y Retiro- Córdoba.
VUELOS Y AJUSTE. Tras varios amagues e intentos frustrados, el ministro de Transporte, Mario Meoni, confirmó que a mediados de octubre se reiniciarán los vuelos regulares de cabotaje y los viajes en ómnibus de larga distancia que están suprimidos desde hace casi siete meses.
Si bien el ministro aclaró que la normalización de esos servicios dependerá de las autorizaciones de cada provincia, esta vez tanto las empresas áreas como las compañías de ómnibus creen que la cosa va en serio y ya han comenzado a dar los movimientos previos para poder reiniciar sus actividades.
Tras sondear el clima reinante en las provincias y en función de las señales enviadas por los gobernadores que no pondrían trabas al retorno de los vuelos, los directivos de Aerolíneas definieron una programación que prevé restablecer los primeros servicios regulares desde Buenos Aires a los siguientes destinos: Tierra del Fuego, Bariloche, Mendoza, Chaco, Córdoba, Santiago del Estero y Corrientes.
La rehabilitación de los vuelos encontró a la conducción de Aerolíneas que encabeza el camporista Pablo Ceriani sin haber podido cerrar la fusión con Austral.
El camporista Pablo Ceriani apunta a lograr un ahorro en el primer año del orden de los 100 millones de dólares por reducción de costos y mejoras operativas.
Anunciado a principios de mayo, el proceso de reorganización prevé la absorción de Austral por parte de Aerolíneas y la creación de dos nuevas unidades de negocios independientes dedicadas a los servicios de cargas y al mantenimiento y reparación de aviones. Con esa movida, Ceriani apunta a lograr un ahorro en el primer año del orden de los 100 millones de dólares por reducción de costos y mejoras operativas.
Inicialmente el timonel de Aerolíneas había prometido que la fusión se iba a concretar sin recortes de personal, ni achicamiento de la flota. Pero a juzgar por el mensaje que bajaron los funcionarios a los aeronavegantes de Austral la semana pasada, esa promesa ya no será cumplida.
Según la nueva postura de la empresa, el pase a Aerolíneas se haría respetando las escalas salariales, pero no las funciones y los escalafones que tienen actualmente los aeronavegantes de Austral. Eso implicaría que los actuales “comisarios a bordo” de Austral queden integrados como simples “auxiliares” de la nueva empresa.
A eso se suma otra arista conflictiva. De la flota de 26 Embraer que estuvo operando Austral hasta marzo, la conducción de Aerolíneas mantendría en servicio solo seis aviones.
Cuando los delegados de Austral preguntaron que iba a pasar con los casi 1.000 empleados sobrantes de las aeronaves que dejarán de volar, la respuesta oficial fue que, por ahora, no hay una decisión tomada respecto de si ese personal afectado se incorporará a la nueva empresa o recibirá un telegrama de despido.
Nota Editada en Letra P