20/04/20

Renovables con timonel camporista, un sucesor para Lanziani y gasíferas desorientadas

Por Antonio Rossi



Los dos están identificados con las huestes camporistas y cuentan con el respaldo del Instituto Patria. Uno ingresó hace unos días al Gobierno. Y el otro, está haciendo el “calentamiento precompetitivo” para entrar a la cancha-- si no se cruza ningún imponderable en el camino-- en los primeros días de mayo.

Se trata del nuevo Director de Energías Renovables y del candidato que ha empezado sonar como posible remplazante del polémico secretario de Energía, Sergio Lanziani.

Cuatro meses después de haber desembarco en la Casa Rosada, la administración de Alberto Fernández procedió a designar oficialmente al titular de Energías Renovables: el neuquino Guillermo Martín Martínez.

El nombramiento de Martínez como timonel de las “energías verdes” se concretó por medio de la decisión administrativa (DA) 487/2020 del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Ingeniero electrónico, Martínez se desempeñó hasta el mes pasado como subgerente operativo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en la Patagonia y fue uno de los responsables del laboratorio de energía eólica que ese organismo montó en Cutral Có.

Al frente del área que durante el macrismo había manejado Sebastián Kind, ahora Martínez deberá intervenir en las cuestiones vinculadas con la generación distribuida, las hidroélectricas de baja escala, la eficiencia energética, los proyectos de los programas RenovAr y el MATER (Mercado a Término de Energías Renovables).

Ligado la organización camporista que lidera Máximo Kirchner, Martínez colaboró con el gobierno de Santa Cruz en el desarrollo de proyectos renovables y, según sostienen fuentes de esa provincia, también habría asesorado a la actual vicepresidenta Cristina Fernández en la instalación de un sistema de ahorro energético en los hoteles de El Calafate.

Con el desembarco de Martínez, la que quedó fuera de carrera es la sanjuanina Andrea Polizzoto, quien –pese a no estar nombrada formalmente--venía ocupándose de las cuestiones vinculadas con las energías renovables.

Doblemente enfrentada con Lanziani y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y con llegada directa Alberto Fernández; Polizzoto habría recibido un mensaje directo la Casa Rosada para que espere una próxima llamada para otro cargo en el Gobierno.

El tema más urgente que deberá resolver Martínez es el referido a los incumplimientos contractuales y las penalidades que arrastran alrededor de 20 proyectos de usinas renovables que fueron adjudicados a partir de 2018. Los atrasos responden, basicamente, a tres motivos: la caída de los financiamientos que estaban previstos, las trabas cambiarias para pagar los equipamientos y los servicios de los operadores externos y la falta de líneas de transmisión para poder despachar energía.

En lo que respecta al sucesor de Lanziani, el nombre que se baraja como firme candidato es el de Matías Bianchi.

Ingeniero industrial y camporista enrolado en la línea de Axel Kicillof, Bianchi fue presidente de ARSAT (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima) entre 2013 y 2015.

Llegó a ese cargo enviado por el entonces superministro de Economía Kicillof con el fin de revisar y ordenar las cuentas de la gestión desplegada entre 2008 y 2013 por Pablo Tognetti, el físico egresado del Instituto Balseiro que el ex ministro de Planificación, Julio De Vido había puesto al frente de la empresa estatal de telecomunicaciones.

Por esas vueltas de la vida y la política, Tognetti –dueño de una destilería en Dina Huapi que produce anualmente casi 7.000 litros de whisky artesanal –ha vuelto a ocupar desde enero la presidencia de ARSAT, relegando las aspiraciones que había mostrado un sector de La Cámpora para aterrizar nuevamente en la empresa.

Compañero de la secundaria del actual gobernador de Buenos Aires, Bianchi pasó la mayor parte del gobierno macrista al frente de la empresa creada por su padre: la fábrica de bolsos y valijas Primicia.

Luego de que el Frente de Todos ganará las elecciones a nivel nacional y en el territorio bonaerense, Bianchi figuró inicialmente como candidato a retomar la conducción de ARSAT. Tras la confirmación de Tognetti, estuvo a punto de incorporarse al equipo de ministros y secretarios de Kicillof.

Ahora su nombre está circulando en los pasillos de Desarrollo Productivo y Jefatura de Gabinete para sustituir en los primeros días de mayo a Lanziani, el ingeniero nuclear misionero que desde principios de año se encuentra en la cuerda floja por sus indefiniciones, torpezas administrativas y los conflictos abiertos con funcionarios del área energética y sus ex padrinos políticos de la provincia.

Al apoyo de Kicillof y del Instituto Patria, Bianchi habría sumado el respaldo del ministro de Interior, Wado De Pedro para poder pasar por el “escáner” de antecedentes políticos y judiciales que utiliza la Casa Rosada antes de hacerle firmar un nombramiento a Alberto Fernández.

GASIFERAS DESORIENTADAS

Las distribuidoras de gas han sumado en la última semana dos nuevas complicaciones a los serios problemas que tienen por las caídas en los pagos de las facturas residenciales que oscilan entre el 50% y el 75%.

La primera de ellas tiene que ver con la falta de coordinación que exhibió el Gobierno a la hora de informar los nuevos lineamientos establecidos en el decreto 311 para los cortes de servicios a usuarios morosos.

Tras la difusión de una nota de un canal oficialista que instaba a no abonar las boletas con el argumento de que estaban prohibidos los cortes durante la cuarentena, el Enargas salió a explicar que “la suspensión del corte no se aplica a la totalidad de la población” y que alcanza sólo a un grupo de usuarios de bajos ingresos y beneficiarios de planes sociales.

Cuando todo parecía estar aclarado, apareció el ministerio de Kulfas con un llamativo comunicado que, lejos de ampliar y reforzar la información del ente regulador, generó más confusión al destacar en su encabezado que estaba “prohibido cortar o suspender por mora o falta de pago de hasta tres facturas los servicios esenciales de energía eléctrica, gas por redes, agua corriente, telefonía, TV por cable e internet”.

El doble discurso oficial dejó desorientadas a las distribuidoras que observan como cada día va creciendo en los hogares la creencia de que “no pasa nada si se dejan de pagar las facturas porque el servicio está garantizado y exento de cortes”.

La segunda preocupación de las gasíferas llegó por el lado de las petroleras.

Ante los problemas planteados entre las productoras y las distribuidoras por los contratos de suministros de gas que vencieron el 31 de marzo, la secretaría de Energía resolvió aplicar una solución transitoria que consiste en la “renovación temporal” de todos los acuerdos hasta mediados de año.

Para eso, Lanziani envió una nota a la Cámara de Productoras de Hidrocarburos (CEPH) “instruyendo” a las empresas para que procedan a renovar “en forma perentoria” los convenios de venta de gas a las distribuidoras.

Los contratos en juego son los que se habían firmado en abril del año pasado y expiraron a fin de marzo. Y corresponden al gas que se destina a atender las demandas residenciales, con un precio promedio actual de comercialización de 2,90 dólares por millón de BTU (MBTU).

Hasta ahora, la única proveedora de gas que ha comenzado a formalizar la renovación de los acuerdos es la estatal Ieasa. En el caso de YPF, la prórroga de los contratos se concretaría en los próximos días.

En cambio, las principales productoras privadas –como Total, Pampa Energía y PAE—advirtieron que, en principio, no están obligadas a acatar la “instrucción” de Lanziani, que la extensión de los contratos será sólo por un mes y que en mayo las gasíferas deberán sentarse a negociar los nuevos precios para el gas del período invernal.

Fuente: Nota Editada en Letra P