Las nuevas reglas de juego tarifarias que acordó el Gobierno con el FMI implicarán para los usuarios de mayor adquisitivo de Edenor y Edesur un ajuste del 141% al 190% en el precio de la energía consumida.
Esos aumentos previstos en el valor de los kWh por la quita total de los subsidios se acumularán a la reciente suba del 22% promedio que entró a regir desde el 1 de marzo.
En el caso de las pymes que están categorizadas como "T2", la eliminación de los subsidios disparará un aumento en el cargo variable de la energía demandada de 153% que se adicionará al ajuste del 45% aplicado a esta semana.
Por el lado de las industrias y grandes comercios encuadrados en la categoría T3 de hasta 300 kW de potencia contratada, las subas proyectadas el precio del kWh por la pérdida de subsidios oscilarán entre el 118% y 165% y se sumarán a las recientes actualizaciones del 45% al 56% que corren desde el martes.
Nuevo esquema de tarifas
El nuevo esquema de tarifas para los servicios de energía eléctrica y gas que la administración de Alberto Fernández anunció unas horas antes de enviar el acuerdo alcanzado con el FMI al Congreso entraría en vigencia a partir de mayo.
Según la vocera presidencial Gabriela Cerrutti, en las audiencias públicas previstas para mediados de abril se tratarán los nuevos cuadros tarifarios de las eléctricas metropolitanas y las gasíferas nacionales que contemplan tres niveles de aumentos:
-Los usuarios de mayor poder adquisitivo, que en el caso de Edenor y Edesur representan el 10% de la clientela hogareña, perderán la totalidad de los subsidios vigentes y afrontarán aumentos de hasta el 190% en el precio de la energía consumida.
--Para los beneficiarios de la tarifa social, el incremento total en su factura para cada año calendario será equivalente al 40% del coeficiente de variación salarial (CVS) del año anterior. En 2021 ese índice alcanzó el 56,5%, con lo cual el aumento previsto anual previsto para este segmento de usuarios sería del 22,6%. En este caso, ese tope de aumento ya se habría alcanzado con el reciente ajuste final del 22% promedio que aprobaron las autoridades de Energía a partir de marzo.
-Para los restantes clientes residenciales de ingresos medios que no tienen beneficios sociales, el aumento anual previsto en las facturas finales será equivalente al 80% del CVS del año pasado.
En este caso, esa fórmula arroja un ajuste final del 45%. Como ya se aplicaron aumentos promedio del 20% u del 22% promedio en la energía eléctrica, las subas pendientes que quedarían por autorizar serían entre el 25% y 23% respectivamente.
Precio pleno de la energía para un sector
El análisis de las actuales tarifas subsidiadas que rigen desde el martes y las previstas en las resoluciones 75 y 76 del ENRE para cuando se aplique el precio pleno de la energía sin ninguna bonificación muestra la siguiente escala de aumentos que deberán afrontar los usuarios de mayores recursos:
-Para los usuarios R1 que consumen hasta 150 kWh mensuales el aumento en el valor de la energía será del 190%.
-Los R2 (151-325 kWh por mes) tendrán una suba del 188% al pasar el precio del kWh de 3,795 a 10,953 pesos.
-Los R3 (326-400 kWh mensuales) registrarán un incremento del 184% al saltar de de 3,132 pesos a 7,837 pesos cada kWh.
-Los R4 (401 a 450 kWh por mes) experimentarán una suba en el cargo variable de 178%.
-En el caso de los clientes R5 (451 a 500 kWh mensuales de consumo), el aumento llegará al 173% y el kWh se actualizará de 4,139 a 11,297 pesos el kWh.
-Para los R6 (501 a 600 kWh mensuales), el ajuste en el cargo variable por la perdida de subsidios será de 171%
-Para los R7 (601 a 700 kWh por mes) y R8 (701 a 1400 kWh mensuales), el aumento rondará el 147%.
-Y para los R9 que consumen más de 1.400 kWh al mes, el cargo variable subirá de 5,061 a 12,219 pesos el kWh con una suba del 141%.
Las tarifas eléctricas y las pymes
Por el lado de las pymes de la categoría T2, el aumento en el cargo variable de los kWh que consuman ascenderá a 153%, al pasar de 3,701 pesos a 9,382 pesos.
Para las industrias y grandes comercios que tengan una potencia contratada hasta 300 kW, los incrementos en el valor de la energía según las franjas horarias irán del 118% al 165%.
El servicio de gas
En el caso del servicio de gas, la desaparición de los subsidios para los hogares de mayores recursos dará paso a aumentos finales en las facturas del 94% al 126% que se añadirán al reciente ajuste promedio del 20% que convalidó el Enargas a partir de este mes.
Un usuario residencial que pierda la totalidad del subsidio que paga ahora una boleta de 704 pesos sin impuestos por 43 metros cúbicos de consumo pasará a abonar 1.349 pesos. Ese mismo usuario que en el invierno pasado abonó 2.504 pesos sin impuestos por un consumo mensual de 217 metros cúbicos deberá pagar en julio, por ese mismo nivel consumo, una sima de 5.759 pesos.
Programa de segmentación tarifaria
De acuerdo con el programa de segmentación tarifaria que diseñaron los funcionarios kirchneristas del área energética, la quita de subsidios afectaría, en una primera etapa, a 487.000 usuarios residenciales del AMBA que representan el 10% del total de esa clientela.
La mayoría de esos usuarios se encuentran en la ciudad de Buenos Aires en los barrios de Puerto Madero, Recoleta, Palermo, Belgrano y Núñez, una parte de Colegiales, algunas manzanas de Villa Urquiza, Retiro, Saavedra y Villa Devoto y una zona de alto valor inmobiliario de Caballito.
En el Gran Buenos Aires (GBA) se identificaron 67.800 hogares que habitan en una zona específica de los partidos de Vicente López y San Isidro.
Se suman también 48.000 usuarios de altos ingresos localizados en 466 countries y urbanizaciones cerradas del Conurbano.
En cuanto a las industrias y comercios, habría un total de 8.000 clientes T2 y T3 que están en condiciones de pagar el precio pleno de energía.
En este lote aparecen las empresas del sector financiero, concesionarias de autopistas, operadoras ferroviarias de pasajeros, embajadas, casinos y organismos públicos municipales, provinciales y nacionales.
Más allá de la postura que sostienen los titulares de los entes reguladores (Federico Bernal y Soledad Manín) y el subsecretario de Energía Eléctrica (Federico Basualdo) que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner, lo que aún no está claro es si el ministro de Economía, Martín Guzmán terminará usando ese esquema de diferenciación tarifaria o implementará otro basado en los ingresos familiares del cual todavía no se conocen los detalles, ni las bases de datos que se tomarán en cuenta para la identificación de los distintos casos y excepciones.
Fuente: iprofesional.com