Por Antonio Rossi
Pese a que los números y los objetivos en juego se terminarán de definir una vez que se conozca al ganador de las elecciones, el proyecto de ley del Presupuesto 2024 que el Gobierno remitió al Congreso contempla para el sector energético dos medidas salientes que, con diferentes matices, comparten el postulante oficialista, Sergio Massa; el libertario Javier Miley y la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
La primera consiste en la continuidad de los aumentos de tarifas y quitas de subsidios en los servicios de energía eléctrica y gas; mientras que la otra gira en torno a apuntar el crecimiento de la producción hidrocarburífera de Vaca Muerta para bajar los costos energéticos internos e incrementar las exportaciones que aportarán un mayor ingreso de divisas.
En línea con lo acordado el FMI, el proyecto de Presupuesto que ingresó a Diputados prevé bajar el gasto de la administración nacional en el rubro de "Energía, combustibles y minerías" del 9,8% del total previsto para este año al 7,1% en 2024.
Según las planillas anexas que enviaron los funcionarios de Economía, para ese destino se prevén girar transferencias corrientes por un total de casi $4 billones, equivalente al 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB) que en términos reales implicarán un ajuste fiscal de 0,4 puntos porcentuales con respecto lo pautado para este año.
La mayor parte de esos recursos corresponden al programa "Formulación y Ejecución de Políticas de Energía Eléctrica" destinado al pago de los subsidios que quedarán en pie y que el "relato oficial" denomina "acciones de sustentabilidad del suministro de energía asociadas a las transferencias a la Cammesa".
Tarifas: qué pasará con los usuarios residenciales
Los usuarios residenciales que ahora cubren, en promedio el 47%, del costo mayorista de la energía eléctrica pasarán a abonar el próximo año el equivalente al 62,63%. Como se mantendrá vigente el esquema de segmentación de tarifaria, los hogares de ingresos más altos N1 y los sectores medios N3, serán los deberán afrontar los ajustes más marcados que se van a definir tomando en cuenta el impacto de la inflación y la actualización del precio mayorista del mercado eléctrico.
Desde mayo pasado, el segmento residencial N1-que agrupa a casi 5,4 millones de clientes hogareños de todo el país- viene pagando la tarifa plena de energía eléctrica. En tanto, los usuarios de bajos ingresos N2 y los del sector medio N3 -que totalizan casi 11 millones de hogares- siguen conservando distintos grados de subsidios y abonan, hasta ahora, solo entre 13% y 17% del costo total de la energía eléctrica, mientras que el Estado cubre con recursos fiscales entre el 87% y 83% restante.
Por el lado del gas, el proyecto de Presupuesto fija una asignación del orden de los $ 400.000 millones para el programa "Formulación y Ejecución de Política de Hidrocarburos", que representa 0,11 puntos del PBI y está orientada a atender los subsidios que embolsan los productores del Plan Gas y los correspondientes a los usuarios residenciales de bajos recursos que son beneficiarios del Plan Hogares con Garrafas (Plan Hogar).
En el caso de los hogares que se abastecen con garrafas, los funcionarios de Economía estimaron que el total de casi 3,5 millones de familias que cobraron subsidios este año se verá incrementado a 4,2 millones de beneficiarios en 2024.
En lo que respecta a los usuarios que tienen el servicio por redes, por ahora ningún segmento está abonando una tarifa que cubra la totalidad del precio del gas natural. En promedio, la cobertura del costo de abastecimiento del gas es del 47% para los hogares N1, mientras que en los N2 llega solo al 14% y en los N3 alcanza al 18%.
Si bien no aparecen consignados los nuevos recortes de subsidios, los aumentos para poder alcanzar la baja prevista en la asistencia al sector gasífero deberían oscilar entre el 100% y 150%, siempre y cuando la inflación del próximo año no supere el 70% anual que estimó la cartera de Economía.
Más fondos para el gasoducto Kirchner
El Presupuesto 2024 también incluye una partida de $950.000 millones de transferencias corrientes para la "Asistencia Financiera a Empresas Públicas y Otros Entes dependientes de la Secretaría de Energía", junto con $550.000 millones de gastos de capital para la segunda etapa del GPNK de Salliqueló a San Jerónimo, la reversión del Gasoducto Norte y una serie de obras complementarias para ampliar la capacidad de transporte del gas proveniente de Vaca Muerta.
En el caso de la estatal Enarsa, se prevé que tendrá un total de recursos corrientes de $1,748 billones, de los cuales el 50,5% corresponderán a ingresos por la venta de combustibles. El 49,5% restante los aportará el Tesoro Nacional para "financiar erogaciones corrientes de la empresa, fundamentalmente las destinadas a solventar la diferencia entre el precio de importación del combustible y el precio de venta del mismo al mercado interno".
Tras destacar las obras de la primera etapa de GPNK entre Tratayén y Saliquelló y los proyectos de promoción de inversiones en GNL e hidrógeno que se encuentran en el Parlamento, el informe complementario del Presupuesto resaltó que "los esfuerzos fiscales van a priorizar las asignaciones de capital con foco en el incentivo al desarrollo de la infraestructura energética e hidrocarburífera, en el transporte urbano y la infraestructura vial, la política de vivienda y la expansión de las redes de acceso al agua y el saneamiento".
Puntualizó, también, que "el desarrollo del sector hidrocarburífero, en particular en el área de Vaca Muerta, es de importancia estratégica en el proceso de recuperación de la actividad y soberanía económica del país. La concreción de obras en este sector, nos permitirá avanzar hacia el autoabastecimiento energético, disminuyendo la dependencia hacia las importaciones de gas natural y GNL, con el consecuente ahorro de divisas, mejora en la balanza de pagos del comercio exterior y abaratamiento del costo de la energía".
En tanto, en lo que atañe al sector de generación eléctrica, el articulado del Presupuesto plantea dos acciones significativas: la creación de una nueva unidad de negocios de Enarsa que se hará cargo de las centrales hidroeléctricas del Comahue cuyas concesiones privadas expiran en los próximos meses y un permiso extraordinario de importación libre de impuestos de hasta 3,8 millones de metros cúbicos de gasoil para el funcionamiento de las centrales térmicas.
Fuente: iProfesional
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