En su afán por utilizar políticamente el tema e instalar el “factor miedo” en los votantes de los candidatos opositores, el Gobierno lanzó al ruedo el atípico esquema de renuncia voluntaria a los subsidios del transporte sin ningún sustento normativo que autorice el cobro de las nuevas tarifas plenas de $ 700 en los colectivos y $ 1.100 en el caso de los trenes.
En medio del revuelo político y las denuncias impulsadas desde la oposición por la violación de las normas electorales, las cámaras representativas de las empresas de colectivos del AMBA salieron a reclamarle al ministerio de Transporte que corrija la irregularidad tarifaria y oficialice la validez de los nuevos boletos sin subsidios mediante el procedimiento legal que está previsto para la aprobación de los cuadros tarifarios del sector.
La sorpresiva jugada que puso en marcha la cartera de Transporte conducida por el massista Diego Giuliano consiste en darle a los usuarios de líneas de colectivos y servicios ferroviarios del AMBA la opción de renunciar voluntariamente a los subsidios para pasar a pagar las tarifas plenas de $ 700 y $ 1.100 por cada viaje que realicen.
En el apuro por poner en vigencia la polémica medida, las autoridades de Transporte se olvidaron de aprobar las resoluciones con las nuevas tarifas que ya se empezaron a cobrar en colectivos y trenes a los primeros 133 usuarios que manifestaron su decisión de abonar los boletos plenos y sin ninguna clase de compensación estatal.
Ante el riesgo de tener que enfrentar futuras demandas legales por estar cobrando algo que no está autorizado; la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (Cetuba) reclamaron a Giuliano que regularice la situación y se haga cargo del costo político de aprobar las nuevas tarifas sin subsidios.
“Es menester destacar que la resolución 566/2023 de renuncia a los subsidios no establece en ninguna parte el valor tarifario de $ 700 y si las empresas perciben ese importe tal cual se ha programado en las máquinas SUBE, estarían percibiendo fondos sin sustento normativo que las avale, quedando expuestas a contingencias legales por cuestiones ajenas a su voluntad”, advirtió la nota remitida al ministro con las firmas de Luciano Fusaro (AAETA), Roberto Rodríguez (CTPBA) y Mario Vacca (Cetuba).
“Ante esta situación—destacó la nota—se solicita que se complemente la resolución citada definiendo mediante otra norma formal el valor de la tarifa sin subsidio y se reconozca expresamente la situación actual de descapitalización, deterioro y quebranto que afrontan algunas empresas del sector que cubren una necesidad colectiva primordial e insustituible”.
Las cámaras también remarcaron que el valor de $700 fijado para la tarifa plena de los colectivos del AMBA sobrepasa con creces los costos reales que el Gobierno les reconoce a las empresas.
En ese sentido, la nota enviada a Giuliano advirtió que “el hecho de que se disponga la posibilidad de pagar un pasaje sin subsidio de $ 700 -- tal como se ha anunciado e inclusive instrumentado mediante la incorporación de ese valor en las máquinas del sistema SUBE-- provoca un evidente y muy marcado contraste con la situación que se verifica en la actualidad donde el ingreso medio que perciben las empresas del AMBA por subsidios y boletos es de aproximadamente $ 300 por viaje”.
Además de la inconsistencia legal denunciada por las cámaras de transportistas, los especialistas del sector advirtieron que los nuevos valores sin subsidio de colectivos y trenes generan tres marcadas distorsiones e incongruencias tarifarias que agravarán los problemas de fondo que se registran en el transporte de pasajeros de la región metropolitana.
Con una tarifa plena única, pasan a pagar lo mismo tanto un pasajero que recorre un trayecto de 6 cuadras en el centro porteño, como aquel que viaja desde el Obelisco hasta La Plata o Pilar.
Para ir desde Retiro a Palermo, el que vaya en colectivo pagará sin subsidios $ 700, mientras que el opte por desplazare en tren tendrá que desembolsar $ 1.100, cuando históricamente el boleto ferroviario ha estado siempre varios escalones por debajo de la tarifa del transporte automotor.
Con la eliminación de las diferencias tarifarias según las distancias, las que salen más beneficiadas son las empresas de colectivos que tienen recorridos más cortos, como las 32 líneas que operan solamente dentro del territorio porteño y cuyos costos operativos son más bajos que las que prestan servicios entre el Gran Buenos Aires y la Capital Federal.
Fuente: iProfesional