Por Antonio Rossi
Los nuevos ajustes en las facturas eléctricas que rigen plenamente desde el inicio de mayo por la quita de subsidios y la aplicación del primero de los dos aumentos aprobados para los ingresos específicos de Edesur y Edenor han generado en los clientes hogareños de la región metropolitana una marcada confusión e incertidumbre con respecto a los verdaderos alcances de los cuadros tarifarios y el impacto que dejarán en sus presupuestos mensuales.
Los escuetos e incompletos ejemplos de la incidencia que tendrían los aumentos difundidos desde el área energética que conduce la massista salteña, Flavia Royón; la falta de información precisa del ente regulador piloteado por el también massista bonaerense, Walter Martello y los cálculos con resultados dispares que mostraron distintas consultoras privadas sumaron más desconcierto y preocupación a la hora de saber hasta donde llega los ajustes en juego y cuánto deberán pagar ahora los usuarios residenciales que mantengan el mismo nivel de consumo del año pasado.
Un análisis comparativo entre los cuadros tarifarios oficiales que se aplicaron en mayo del año pasado y los nuevos que fueron autorizados por el ENRE a partir de este mes permiten observar con más claridad la magnitud que alcanzaron los aumentos aprobados en los cargos fijos (destinados integrante a las cajas de las distribuidoras) y los cargos variables (correspondientes al costo de la energía) que componen las facturas de Edenor y Edesur.
Tarifas: cuáles son los aumentos
En el caso de los clientes residenciales de mayores ingresos encuadrados en el Nivel 1 (N1) que perdieron la totalidad de los subsidios, las fotos comparativas anuales muestran el siguiente panorama.
Los usuarios de la categoría R1 (hasta 150 kWh bimestrales) que pagaban hace un año $ 61,44 de cargo fijo (CF) y $ 3,77 por cada kWh consumido (CV) pasarán a abonar ahora $ 127,67 de CF y $ 26,09 por cada kWh del CV.
Para los hogares R2 (151-325 kWh), el salto del CF es de $118,74 a $246,75 y en el caso del CV la variación va de $3,79 a $26,12.
Por el lado de los R3 (326-400 kWh bimestrales), el cargo fijo cambiará de $192,29 a $399,60; mientras que el CV se modifica de $3,87 a $26,29 por cada kWh consumido.
En el caso de los R4 (401 a 450 kWh), el CF de $218,51 de mayo de 2022 se va a ahora a $ 454 y el CV se actualiza de $4,02 a $26,59.
Para los hogares R5 (451 a 500 kWh de consumo bimestral), el cambio del CF es de $318,11 a $661 con un ajuste interanual del CV de $4,13 a $26,84.
En los R6 (501 a 600 kWh), el CF registra un salto de $597,55 a $1.241,77, mientras que el valor de cada kWh pasa de $4,18 a $26,92.
En el escalón de los R7 (601 a 700 kWh), el CF sube de $1.583,55 a $3.290 y el CV de un año a otro pasa de $4,87 a $ $28,36.
Para los clientes R8 (701 a 1400 kWh), el CF salta de $2.044,33 a $4.248,32, mientras que el valor de cada kWh consumido cambia de $4,86 a $28,35.
Por último, en el caso de los R9 que consumen más de 1.400 kWh, el CF de mayo de 2022 de $2.785,56 sube ahora a $5.782.43 acompañado de un ajuste del CV que pasa de $5,06 a $28,75.
De esta manera, los hogares N1 que mantengan los mismos niveles de consumo de los bimestres del año pasado pagarán a partir de ahora entre 5,5 y 7 veces más que en 2022.
Ajustes de tarifas: cuántos hogares involucra
Según los últimos datos oficiales del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), en el área de Edenor (la distribuidora controlada por el trío de empresarios locales integrado por Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti), los usuarios de mayores ingresos que componen el bloque N1 llega a casi 1,1 millones hogares y representan el 33,2% del total de la clientela residencial. A su vez, los N2 totalizan 1,5 millones de hogares y equivalen al 46%; mientras que los N3 representan el 19% y suman algo más de 640.000 usuarios.
Por el lado de Edesur (cuyo control mayoritario está bajo la órbita del grupo italiano ENEL, con cartel de venta desde el año pasado), los usuarios residenciales N3 alcanzan casi 840.000 hogares, el 35% del total. Por su parte, los N2 de bajos ingresos abarcan a 1,1 millones de hogares (43%), mientras que los N3 llegan a 550.000 hogares (22%).
Para los clientes residenciales de bajos ingresos encuadrados como N2 y los de ingresos medios encasillados como N3, el nuevo escenario tarifario presenta dos aspectos salientes.
En primer lugar, todos los hogares deberán afrontar el mismo aumento interanual en el cargo fijo (CF) que corre para los N1. Y en lo que atañe a los cargos variables (CV), los N2 pagarán un nuevo valor que equivale solo al 14% de la tarifa plena de generación que tienen los N1, mientras que en el caso del N3, el precio subsidiado del kWh se ubicará entre el 18% y 20% del fijado para los hogares de mayores ingresos.
Un dato que deberán tener en cuenta los usuarios de clase media N3 es que el subsidio al precio de la energía tiene un tope de consumo de 400 kWh mensuales y si superan esa línea deberán pagar la tarifa plena que rige para los N1.
Fuente: iProfesional