Por Antonio Rossi
Con el acuerdo que se apresta a suscribir con Shell para venderle un tercio de la producción de GNL que prevé exportar desde la provincia de Río Negro; la conducción de YPF que encabeza Horacio Marín apunta a alcanzar tres objetivos de corto plazo que le permitan despejar las dudas que afloraron en las últimas semanas sobre el rumbo y el plan de inversiones que tiene en carpeta la petrolera de mayoría accionaria estatal.
Por un lado, intenta aplacar el ruido que generó en el sector energético la decisión de la petrolera malaya Petronas de no seguir adelante como su socia en el megaproyecto local de producción y exportación de GNL que demandará una inversión del orden de los u$s30.000 millones.
En segundo lugar, busca mantener en pie su "Plan Estratégico 4 X 4" con el cual aspira a cuadruplicar su tamaño con producciones récords de petróleo y gas que la convertirán en 2030 en una compañía "shale de clase mundial" y en una de las principales proveedoras de hidrocarburos en el mercado internacional.
Por último, apuesta a recuperar la iniciativa en la carrera interna de los proyectos de GNL donde Pan American Energy (PAE) con la noruega Golar LNG le ha sacado ventaja al confirmar que comenzará con sus exportaciones de gas por barco a partir de 2027 desde una planta flotante que se instalará en el Golfo San Matías.
Mega acuerdo YPF-Shell: el Gobierno quiere expandir y potenciar la producción hidrocarburífera
El convenio con Shell que va camino a ser oficializado en los próximos días le permitirá a YPF cubrir, en parte, el lugar que deja vacante Petronas y asegurar la continuidad del proyecto de GNL que no solo resulta vital para la empresa, sino también para el Gobierno de Javier Milei que quiere expandir y potenciar la producción hidrocarburífera con el fin de incrementar las exportaciones y el ingreso de divisas.
Manejado hasta ahora en silencio por parte de los directivos de YPF, el acuerdo a firmar con Shell fue anticipado por el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos en una reunión con empresarios organizada por la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
Si bien desde mediados de setiembre, Marín y el vicepresidente de Gas y Energía de YPF, Santiago Martínez Tanoira venían negociando, entre otras, con las petroleras con ExxonMobil, Chevron, Total Energies y Equinor para sumarlas como socias o compradoras de GNL; tanto en el Gobierno, como en ámbito local dan como un hecho que el primer acuerdo de venta se terminará firmando con Shell.
Las metas de YPF al rubricar el acuerdo con Shell
Según la información que maneja la administración mileísta, se trata de un MOU (Memorando de Entendimiento) que tiene los siguientes puntos salientes:
- Contempla la compra de un tercio de la producción de GNL prevista el megaproyecto que YPF prevé desarrollar en Punta Colorada, provincia de Río Negro.
- Implicaría una exportación equivalente a u$s7.000 millones anuales durante un período de dos décadas.
- El ingreso total del contrato ascendería a u$s140.000 millones y, según la visión de Francos, le garantizaría al país una "enorme estabilidad financiera".
Cuál es la presencia de Shell en Argentina
Los números de Shell en el país indican que produce actualmente unos 50.000 barriles de petróleo por día y tiene como meta alcanzar a fines de 2025 un volumen equivalente a 70.000 barriles diarios. Es socia de la brasileña Raízen que opera las estaciones de servicio de su marca y tiene concedida la habilitación ambiental para explorar con mediciones sísmicas la búsqueda de hidrocarburos en el Mar Argentino. Además, tiene en estudio sumarse al proyecto del Oleoducto Vaca Muerta Sur que encabeza YPF para ampliar la capacidad de transporte de crudo desde esa formación geológica hasta el puerto rionegrino de Punta Colorada.
El megaproyecto de GNL que impulsa YPF para exportar la producción de Vaca Muerta demanda un paquete de inversión calculado en u$s30.000 millones. El 70% de ese monto corresponde a la construcción de nuevos gasoductos e instalaciones portuarias.
En materia operativa, el proyecto contempla tres instancias. En la primera y segunda etapa funcionará con dos embarcaciones flotantes de licuefacción que tendrán una capacidad de producción equivalente a 20 millones de metros cúbicos diarios (MM3/D) cada una. En tanto, para la tercera etapa se prevé la construcción de una planta firme en tierra que podrá producir y exportar unos 40 MM3/D.
Para que el proyecto sea viable, ahora las autoridades de YPF tienen que salir a buscar los posibles compradores del GNL para suscribir los acuerdos de exportación a largo plazo que permitan después apalancar la financiación de las obras con bancos internacionales y fondos de inversiones.
El optimismo del Gobierno de Javier Milei
Puertas adentro del Gobierno consideran que, con la firma del acuerdo en danza con Shell, YPF ya estaría en condiciones de obtener el financiamiento para las dos primeras etapas del proyecto que podrían estar operativas entre 2028 y 2030.
Si bien tiene una escala menor, la otra iniciativa para exportar GNL del consorcio Southern Energy, que integran PAE y la nórdica Golar, viene registrando un avance más firme y concreto.
La petrolera piloteada por Marcos Bulgheroni ya anunció que iniciará sus envíos al exterior en 2027 desde el buque FLNG Hilli Episeyo, que tiene una capacidad de producción de 2,45 millones de toneladas anuales de GNL, equivalentes a 11,5 MM3/D de gas natural.
Inicialmente, Southern Energy (SE) utilizará la capacidad ociosa del Gasoducto San Martín para llevar el gas hasta la planta flotante del Golfo San Matías. Según los datos difundidos por el consorcio, la inversión prevista desde el inicio de las operaciones se ubica en torno de los u$s300 millones anuales.
A fines de septiembre, se sumaron dos novedades que podrían ampliar el alcance del proyecto. Por un lado, PAE entabló negociaciones con Harbour Energy -la petrolera británica que se quedó con los activos y operaciones locales de la alemana Wintershall Dea- para que se incorpore al consorcio como socia. Y por otro lado, Golar cerró un acuerdo con el astillero chino CIMC Raffles para reconvertir un barco metanero en una planta flotante con una capacidad para producir 3,5 millones de toneladas de GNL por año (MTPA) que podría acoplarse a la iniciativa local.
Fuente: iProfesional
