Por Antonio Rossi
A casi dos semanas de que el ministro de Economía, Toto Caputo anunciara la decisión de la administración libertaria de dar marcha atrás con los aumentos que estaban agendados para mayo, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) oficializó ese congelamiento tarifario que alcanza a usuarios residenciales, comercios e industrias a nivel nacional.
Por medio de la resolución 224/24 firmada por Carlos Casares, ex subsecretario de Hidrocarburos de la gestión macrista, el Enargas confirmó que durante este mes seguirán vigentes los cuadros tarifarios que rigen desde 1° de abril y que habían provocado subas del 350% al 500% en facturas hogareñas y superiores al 600% en la clientela comercial e industrial.
Para respaldar la decisión de no aplicar los incrementos pactados, el ente utilizó como argumento la nota que Caputo remitió a la Secretaría de Energía en los primeros de mayo, en la que plantea que "con el objeto de consolidar el proceso de desinflación llevado a cabo por el Gobierno, resulta razonable y prudente postergar la aplicación efectiva tanto de las actualizaciones dispuestas para las distribuidoras gasíferas, como de los aumentos del PEST (Precio Estacional) correspondiente a energía eléctrica y del PIST (Precio de Ingreso al Sistema en Boca de pozo) en el caso gas".
Cuáles eran los aumentos previstos
Con esta medida, la administración de Javier Milei pisó el aumento tarifario triple previsto en el servicio de gas a partir de mayo. El primer ajuste correspondía al nuevo precio del gas del período mayo-setiembre que debían afrontar los hogares de altos ingresos N1, comercios e industrias que ya no cuentan con ninguna clase de subsidios. Por esta vía, el precio actual del gas de u$s2,94 por millón de BTU (MBTU) se iba a u$s4,49 por MBTU.
El segundo ajuste que quedó paralizado obedecía a la decisión de "dolarizar" el precio del gas con un mecanismo de actualización mensual atado a la variación del tipo de cambio oficial. Estas dos subas iban a representar para los clientes que pagan la tarifas sin subsidios un ajuste final del orden del 25% promedio.
El tercer aumento frenado es el correspondiente a la nueva actualización mensual de sus ingresos reales que iban a tener las distribuidoras Metrogas, Naturgy, Gasnor, Gasnea, Gas Cuyana, Gas del Centro, Camuzzi Pampeana, Camuzzi Sur y Litoral Gas. El ajuste contemplaba una fórmula basada en la variación del índice salarial del sector privado (49%); la inflación mayorista (36,8%) y el rubro "Materiales" del índice de la construcción (14,2%).
En el caso las transportistas TGN y TGS, el esquema indexación mensual comprendía un coeficiente que tomaba como referencia las subas salariales (47%); los precios mayoristas (27,2%) y el índice de la construcción (25,8%).
El Enargas, recalculando
Técnicos del Enargas estimaron que el incremento para las distribuidoras y transportadoras debía promediar en mayo un 12%, con un impacto final en las facturas que oscilaría entre el 4% y 5% para todas las categorías de clientela.
Si bien Caputo había dado a entender inicialmente que el freno a los aumentos de gas sería sólo durante mayo, no se descarta que el Gobierno decida extender el congelamiento durante todo el período invernal, para consolidar la baja inflacionaria por debajo de un dígito tras la marca del 8,8% que dejó el índice minorista de abril.
Al igual que con los boletos de los colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que fueron puestos en el freezer hasta julio, el Ministerio de Economía se apresta a afrontar los congelamientos de las tarifas de gas y luz con el desembolso de una mayor partida de subsidios. Esto implicará dejar de lado los recortes de fondos para las empresas de servicios públicos que venía implementado desde diciembre pasado.
Nota Editada en LetraP