Por Antonio Rossi
El jefe de Gabinete, Nicolás Posse le ganó la pulseada al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo y las cuatro hidroeléctricas del Comahue que debían regresar a las órbita estatal, seguirán hasta agosto y diciembre en manos de las empresas concesionarias privadas actuales.
A pocas horas de venza la última prórroga concedida en marzo, la administración de Javier Milei resolvió la permanencia de las empresas privadas llegadas en la década del 90 y dejar a la energética estatal Enarsa como "veedora" hasta que se convoque a nueva licitación para elegir a los futuros concesionarios de las centrales El Chocón-Arroyito, Alicurá, Cerros Colorados y Piedra del Águila.
Tal como viene contando Letra P, el destino de las represas fue motivo de una puja interna entre Posse y Chirillo, a raíz de que las operadoras actuales tienen sus contratos originales vencidos desde el año pasado y siguen funcionando con permisos provisorios,
Nicolás Posse hizo valer su posición
Las diferencias se plantearon en torno a dos cuestiones: el rol que debería desempeñar el Estado y los tiempos para transferir nuevamente la explotación de las usinas a manos privadas.
El secretario de Energía no quería prorrogar nuevamente las concesiones y promovía que las centrales vuelan sin más demoras a manos de Enarsa, cuyo titular es Juan Carlos Doncel Jones, el antiguo funcionario de Domingo Cavallo que saltó del estudio Conte Grand al gabinete energético mileísta.
Chirillo auspiciaba que los técnicos de la empresa estatal se hagan cargo transitoriamente de la operación de las represas hasta que se lleven adelante las licitaciones para seleccionar a los nuevos concesionarios privados. Esa reprivatización de las usinas se iba a dar una vez que Energía termine de implementar las medidas de fondo destinadas a reconfigurar el funcionamiento del mercado eléctrico.
Posee y del secretario de Empresas y Sociedades del Estado, Mauricio González Botto, hicieron valer su posición en cuanto a que la operación transitoria de las hidroeléctricas quede a cargo de los concesionarios actuales todo el tiempo que sea necesario, para no sumarle problemas al Gobierno y no ir a contramano del “achicamiento del Estado” que pregona el relato libertario.
Para estos funcionarios, las concesiones de las usinas se pueden seguir prorrogando bajo el paraguas de la emergencia económica y administrativa que establece el DNU 70/23 y las facultades extraordinarias que delegaría al Poder Ejecutivo la ley ómnibus XS una vez que sea aprobada en el Congreso.
Pese a no estar de acuerdo con decisión adoptada, Chirillo tuvo que firmar la nueva prórroga para las represas del Comahue.
Qué dice la resolución
Por medio de la resolución 78, que se publicará el lunes en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía extendió el “período de transición” de las usinas de El Chocón, Alicurá y Cerros Colorados del 18 de mayo hasta el 11 agosto; y, en el caso de Piedra del Águila, anticipó una nueva prórroga que irá desde el 27 de junio hasta el 29 de diciembre.
De acuerdo con los fundamentos de la resolución, la nueva ampliación temporal no sólo “coincide con los plazos máximos de prórroga de 12 meses previstos en los respectivos contratos de concesión”, sino que también “permitirá adoptar las medidas conducentes para poder contar con las estructuras societarias correspondientes, hasta su traspaso al sector privado mediante procedimientos licitatorios competitivos y transparentes en un futuro mediato”.
Las hidroeléctricas del Comahue se construyeron y entraron en operaciones entre 1972 y 1999. Se financiaron con créditos internacionales, avales del Tesoro Nacional y los recargos tarifarios que abonaron hogares, comercios e industrias de todo el país.
El 59% de las acciones de El Chocón-Arroyito están en poder del grupo italiano ENEL, el principal accionista de Edesur. En la central Alicurá, el grupo estadounidense AES domina la sociedad controlante. Cerros Colorados quedó desde diciembre pasado a cargo de la empresa local Aconcagua Energía. La concesión de Piedra del Águila se mantiene en cabeza del grupo Sadesa, que tiene como accionistas a los empresarios Carlos Miguens, Guillermo Reca, los hermanos Ruete Aguirre y la familia Escasany.
Nota Editada en LetraP