A comienzos de este año el gobierno argentino procedió a instrumentar de manera unilateral el cobro de un peaje de 1,47 dólares por tonelada al transporte de cabotaje que circule por el tramo “Puerto de Santa Fe-Confluencia” de la Hidrovía del Paraná, que es por donde pasan las barcazas con soja paraguaya que luego se destinan a las terminales portuarias y fábricas aceiteras de la zona de influencia de Rosario.
Eso generó un conflicto diplomático entre Argentina y Paraguay que, lejos de morigerarse, amenaza con potenciarse en los próximos días ante la insistencia del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa por mantener esa nueva “caja” recaudatoria.
El gobierno argentino presentó un documento a su par guaraní en el cual expuso los fundamentos técnicos del nuevo peaje. La cuestión es que los funcionarios paraguayos, luego de estudiar dicho documento, llegaron a la conclusión de que el mismo no contiene ningún argumento válido que justifique el cobro de la tarifa porque las condiciones naturales del Paraná en el tramo superior permiten la navegación de barcazas sin necesidad de realizar obras de dragado, redragado o balizamiento.
Este viernes 23 se realiza en la ciudad de Buenos Aires una nueva reunión de la Comisión del Acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná, en la cual el gobierno paraguayo expondrá oficialmente su posición sobre el trabajo presentado por la Argentina y volverá a solicitar que se suspenda definitivamente la aplicación del peaje.
Pocos días antes de esa reunión clave, las entidades que agrupan a las principales compañías agroindustriales argentinas, junto con las elaboradoras de acero, manifestaron –por medio de un comunicado– que la tarifa cobrada por el Estado argentino en el tramo superior del Paraná es excesiva.
“Entendemos que cualquier tarifa que se fije debe tener una adecuada relación costo beneficio, que dote de sentido económico a la obra que se pretenda realizar, porque caso contrario se corre el riesgo cierto de aumentar los costos logísticos y precios en el mercado interno”, señala el comunicado firmado por Ciara-CEC, la Bolsa de Comercio de Rosario y Acero Argentino.
En ese marco, las entidades indicaron que la tarifa de 1,47 u$s/tonelada “es notoriamente excesiva” y que debería ubicarse en 0,66 u$s/tonelada para estar “acorde a la prestación y al valor generado” en el canal de navegación.
“Actualmente, debido a la sequía que padeció nuestro país en el último período, nos vemos en la necesidad de importar materias primas de los países vecinos, Paraguay, Brasil y Bolivia mediante barcazas que transitan por ese tramo, para poder continuar con la producción de las plantas, que este año se encuentran con una capacidad ociosa del 60% y que de otra manera podrían quedar paralizadas. La tarifa definida impacta negativamente en la competitividad de nuestro comercio exterior”, señala el comunicado.
“En el mismo sentido, se encarece la producción de acero en nuestro país, ya que por ese tramo se importa el mineral de hierro necesario para su producción, provocando por decantación aumento de precios en las distintas actividades en la que se utiliza dicho material”, añade.
Por lo mencionado, las entidades agroindustriales y del sector del acero solicitaron al gobierno argentino que “tenga a bien rever la tarifa de peaje fijado, que es notoriamente excesiva a las verdaderas necesidades que dicho tramo requiere y que, de mantenerse, podría encarecer innecesariamente los costos logísticos de nuestra producción nacional”.
Fuente: Bichos de Campo