Hubo 21 paros de subte en cuatro meses. Uno cada seis días, en promedio. Este jueves, de 6 a 9, en hora pico, fue la última de esas veces en las que la Ciudad de Buenos Aires sintió la fuerza del freno en todas las líneas de subtes. ¿Quién paga el costo de la pelea por el asbesto y la reducción de la jornada laboral? ¿Como se puede evitar el paro número 22?
Los metrodelegados piden reducir la jornada semanal de 6 a 5 días y de 36 a 30 horas. Dicen que así achican la exposición a ese material cancerígeno, presente en formaciones e instalaciones de toda la red.
El conflicto deja en segundo plano las obras de modernización -como el túnel habilitado para combinar las líneas B, C y D, debajo del Obelisco- y las tareas de eliminación del asbesto a través de "burbujas" de personal tercerizado especializado en su retiro, quienes intervinieron en el Premetro y en la línea B cuando volvieron a dar positivo las pruebas en la flotas Mitsubishi.
Lo único que emerge desde el 29 de marzo, día del primer paro, es una situación que ya casi se naturalizó para quienes están por afuera de este tironeo: "Servicio interrumpido". Usuarios que antes de salir chequean en el celular si ¿hay o no hay subte? o ¿cuál para y entre qué horas? Los paros comenzaron escalonados, de a dos líneas por día, y durante dos horas. Fueron creciendo y los últimos cuatro paralizaron todo el servicio durante tres horas.
Desde la Ciudad dicen que con las tareas de desabestización no hay peligro. Y tanto desde Emova, como desde Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), la empresa porteña que gestiona el servicio, detallan a Clarín que esa reducción horaria es inviable.
Lo que no sale del túnel es el punto de encuentro entre el gremio y Emova, que tiene la concesión desde 2021 hasta 2033, en el medio de una negociación que necesita llegar a destino.
"Con un llamado para sentarnos a charlar, no hay paro número 22. Larreta (jefe de Gobierno porteño) dijo hoy que está abierto al diálogo, pero nunca nos convocaron desde que se inició este conflicto", dicen desde Metrodelegados.
Fuentes de la Ciudad confirmaron a Clarín que se convocará a una audiencia. La fecha se conocería este viernes. "Confiamos en que la apertura de esta mesa formal sirva para aclarar posiciones y poner un punto final a este conflicto", remarcaron.
La pelea se da en un contexto de elecciones inminentes, con un gremio como el de los metrodelegados, históricamente enfrentado con el oficialismo porteño.
Asbesto
"La única forma de no enfermarte es que no haya asbesto. No hay garantía de que no te enfermes (con 6 horas menos de exposición). Pero lo que dicen todas las legislaciones sobre salud laboral es que cuando hay un riesgo que es imposible de eliminar, hay que reducir la exposición a ese riesgo. Queremos eso hasta que saquen el asbesto", aclara Roberto Pianelli, líder de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp).
En un documento del 10 de mayo al que accedió este diario, la Dirección General de Protección del Trabajo dijo que, según los muestreos, "los resultados (0,1 cm³) no superan los límites de Concentración Máxima Permisible (CMP) de Fibras de asbesto establecidos en la normativa vigente (Ley nº 19587 y Dec. Reg. Nº 351/97)", así que "las condiciones son adecuadas para el desarrollo de la actividad".
Desde el Gobierno porteño informaron que
el presupuesto aprobado para el Plan de Gestión de Asbesto para este año es de 236 millones de pesos. Además, afirmaron que se hicieron más de 1.000 análisis en elementos sospechosos y 3.000 mediciones de calidad de aire
Respecto a ese informe, el dirigente de los metrodelegados responde que "esa dirección es lo mismo que la empresa", y que los paros no son sólo para reducir la jornada laboral, sino para que "haya un plan para desasbestizar el subte", y que" se haga una vigilancia de la salud del conjunto de los trabajadores". Eso implica sumar 1.400 al seguimiento, incluso a los empleados jubilados del subte, "por patologías por asbesto que pueden desatarse varios años después".
En buenosaires.gob.ar figura el Plan de Desasbestizado. Se describe que desde 2018, cuando se detectó en los coches CAF 5000 que se compraron a España, se contrataron empresas especializadas para retirarlo, se analizaron y comenzaron a tratarse el resto de las instalaciones y que desde entonces se hacen estudios de calidad de aire y dosimetrías al personal.
Esa página también dice que "la flota de las líneas A, D y H no tiene asbesto", que se completó el trabajo del Premetro, y que se avanza en las flotas CAF 6.000 de la Línea B, los Fiat de la Línea E, y Nagoya 5.000 de la Línea C (esta no está operativa).
"Eso no es un plan, no hay plan. Esa información la subieron hace 15 días por los paros. No dicen los plazos, ni las etapas, ni el final", responde Pianelli. Desde Emova, sin que sea una fecha oficial, estiman terminar "en dos años y medio". El dirigente gremial asegura que "eso es imposible", que "van a tardar 10 o 15 años".
Los metrodelegados refuerzan el riesgo de inhalación de fibras de asbesto cuando señalan 3 muertos y 87 afectados por el potencial carcinógeno de un agente que en 2001 entró en la lista de la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer (IARC). En el país su prohibición es ley desde ese año y se reglamentó en 2003.
"Hay una escuela de investigación, en la que se basa el gremio, que dice que una sola fibra de asbesto es suficiente para generar el problema (como una fibrosis pulmonar). Si estás en riesgo 36 horas, si son 30 es el mismo riesgo. Nuestra legislación dice un límite de 0,1 cm³, y en las mediciones que hice en el subte, siempre estuvimos por debajo", dice a Clarín el ingeniero en Seguridad Ambiental, Mario Magnin.
Con el laboratorio SI Consultores, el año pasado ganó la licitación para hacer estos controles en aire y en piezas de las formaciones. Las mediciones ahora están a cargo del laboratorio Borg y se realizan cada 6 meses.
"Para que sea peligroso, el asbesto tiene que estar en el aire. Eso pasa cuando puede 'romperse' y ponerse en suspensión. Es un mito que en el subte esté concentrado, porque se remueve constantemente el aire", dice Magnin.
Desde el otro andén, desde el gremio recuerdan a Clarín que la ART, que cubre el seguro de los empleados del subte, reconoció cinco diagnósticos de cáncer de pulmón y uno de pleura desde 2018, cuando se investigó por primera vez la presencia de asbesto. Tres de esos pacientes murieron y son los que están hoy en las pancartas de los metrodelegados.
Cómo funciona el servicio
Las 18 horas de servicio del subte se reparten en tres turnos de 6 horas. "Es inviable para el funcionamiento que se reduzca a 5 horas", dicen desde Emova, y juzgan de "inflexible" la postura gremial.
¿Son inflexibles las 30 horas por semanas pedidas? ¿Se viene el paro 22? "Lo primero es sentarse a hablar. Si es verdad que nos van a convocar, es un paso muy importante, a diferencia de estos cuatro meses sin reuniones. Nosotros planteamos la reducción de exposición, pero podemos discutirlo, siempre desde un piso, que es el fallo de la Justicia de la Ciudad: un plan de desasbestizado".
Fuente: Clarín
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