Después de casi 20 años, Bolivia modifica el contrato con Argentina y a partir de mediados del 2024 dejará de abastecer en firme, a raíz del declino en sus cuencas. Por este motivo, desde la Secretaría de Energía buscarán tener lista la obra de infraestructura del Reversal del Norte para llegar con el gas de Vaca Muerta a las provincias del norte argentino, y que no falte energía en invierno.
Según pudo averiguar Ámbito de fuentes oficiales, a partir del 2024 Bolivia dejará de abastecer en firme a Argentina. Se trata de un hito en la historia energética de ambos países, que lleva más de 50 años. El actual contrato, firmado en 2006, estaba previsto que terminara en 2026.
Por lo que la decisión de Yacimientos Petróliferos Fiscales Bolivianos (YPFB) implica una finalización anticipada del contrato. En Energía analizan si demandarán algún tipo de compensación, pero a la vez negocian con Bolivia el uso de su infraestructura para poder llegar con el gas de Vaca Muerta a Brasil.
Lo acordado entre las partes es que Bolivia proveerá gas en firme hasta julio del 2024. “Hemos peleado tanto”, reveló una alta fuente del Palacio de Hacienda. Es que de esta manera no queda cubierto agosto, mes invernal donde están los picos de demanda. El abastecimiento de Bolivia seguirá, pero en formato interrumpible.
Qué hará Argentina
El gas de Bolivia se utiliza en 7 provincias argentinas. Es clave para las centrales de generación térmica que por su tecnología no pueden funcionar con combustibles líquidos. Y la energía será cada vez más necesaria para abastecer a las decenas de proyectos mineros que avanzan en el Triángulo del Litio.
El plan del ministro de Economía, Sergio Massa, es llegar con el gas de Vaca Muerta al norte del país, para garantizar el autoabastecimiento, pero a la vez, sustituir importaciones y mejorar la competitividad de la industria: importar energía de Bolivia cuesta unos u$s 12 por millón de BTU, mientras que en Vaca Muerta se paga u$s 3,5.
Pero, para poder lograr este objetivo, se requiere de mayor infraestructura, a través de las obras del Reversal del Norte, y mayor producción, por lo que las compañías productoras se preguntan si habrá un nuevo lanzamiento del Plan Gas Ar.
Para que en siete provincias no falte gas en invierno, en la Secretaría de Energía, que encabeza Flavia Royón, buscarán que el Reversal del Norte esté finalizado para el 30 de abril. De momento, la empresa estatal a cargo de la obra, Energía Argentina (ex Enarsa), lanzó la licitación y realizó la apertura de ofertas. Por estos días, realizan las evaluaciones técnicas y quedarán pendientes las económicas.
Las 3 ofertas fueron de la estadounidense Pumpo INC (del dueño del Inter de Miami), y las locales BTU S.A, y Techint-Sacde, que ya participaron del gasoducto Néstor Kirchner. Energía Argentina evalúa los antecedentes de las compañías, avanza con observaciones e impugnaciones, y luego quedará pendiente la apertura del segundo sobre, para cada uno de los 3 renglones en los que quedó dividido la obra. Resta la adjudicación y la firma de los contratos.
Qué es el Reversal del Norte
La obra consiste en la construcción de un nuevo ducto entre las localidades de Tío Pujio y La Carlota, en la provincia de Córdoba, de 122 km de extensión, 2 loops (ampliaciones) de 62 km junto a la traza del Gasoducto Norte, y en la reversión del sentido de inyección del gas en 4 plantas compresoras existentes en Córdoba, Santiago del Estero y Salta.
El costo de la obra será de u$s 710 millones, de los cuales u$s 540 millones serán financiados por un crédito del Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF) y el resto con fondos de Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista.
La finalización del Reversal del Norte permitirá un ahorro de u$s 1600 millones, según estiman fuentes oficiales. Junto a los u$s 4400 millones de ahorro que permite el gasoducto Néstor Kirchner, Economía espera que en 2024 haya un ahorro energético de u$s 6000 millones, lo que volverá a transformar a la balanza energética en superavitaria y así dejar de presionar en las reservas del Banco Central.
Fuente: Ámbito