La política de utiliza a los combustibles como ancla para intentar controlar —fallidamente— a la inflación llegó a su fin. YPF incrementó este fin de semana los precios en sus estaciones de servicio. La suba en el caso de la nafta súper llegó a un 14,% y acumuló un aumento de casi un 30% en los últimos 25 días. El resto de las empresas del sector siguió la misma dirección.
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YPF, el mayor jugador del mercado de combustibles, incrementó este fin de semana el precio de las naftas y gasoil en sus estaciones de servicios. La suba, en el caso de la súper, llegó hasta un 14,5% con relación al precio que estaba vigente. La del gasoil premium fue de un 11,5%, según pudo constatar EconoJournal de fuentes privadas. Como suele suceder una vez que la empresa bajo control estatal actualiza sus importes, el resto de las empresas —Raízen (Shell), Axion Energy y Trafigura (Puma)— avanzó en la misma dirección.
El aumento se apoya en dos elementos: por un lado, en la recomposición del margen de refinación de las petroleras, que se ubicaba en niveles negativos, y explica un 10% del incremento aplicado ayer. Por el otro, en el incremento del precio de los biocombustibles regulado por la Secretaría de Energía, que representa entre un 2% y un 4,5% según el tipo de combustible.
Es la segunda vez en 25 días que YPF ajusta sus precios. Ya lo había hecho el 1º de noviembre tras la derrota del oficialismo en el balotaje. El aumento acumulado en dos tandas trepa, en el caso de la nafta súper, hasta casi un 30 por ciento.
El plan de utilizar a los combustibles como ancla para intentar controlar -fallidamente- a la inflación, una deformación de la política cada vez que debe transitar un proceso electoral, llegó a su fin, tal vez de la peor manera posible. Lo que viene es una recomposición inevitable de los precios relativos de la economía, de la que los precios de las naftas y gasoil no sólo no estarán ajenos, sino que, por el contrario, serán un actor protagónico.
A presión
Los importes de los combustibles aumentaron en lo que va de 2023 cerca de un 85%, muy por debajo de la inflación, que se ubica en un 140%. El ministro de Economía y ex candidato presidencial Sergio Massa optó por mantener deprimidos en términos reales el precio en las estaciones de servicio desde fines de 2022. La salida de ese esquema no será ordenada. Al parecer, no hay margen para transiciones limpias.
La nafta súper es la que acumula un mayor atraso. EconoJournal publicó a fines de octubre que la demanda de ese combustible creció este año casi un 7%, precisamente por mantener pisados los precios en surtidor por debajo de la paridad de importación. Por eso, el precio de la súper fue el que más aumentó ayer. La suba en las estaciones de YPF llegó al 14,5%. La Infinia, de calidad premium, fue del 13%. Mientras que el gasoil grado 2 se encareció un 12,5% y el premium, un 11,5%. “En promedio para todo el mercado, la suba fue de 45 pesos por litro”, explicó el operador de una estación de servicio.
Fuente: EconoJournal