14/12/23

Quita de subsidios: el aumento de las tarifas de gas y electricidad recién podría aplicarse a partir de febrero

Por la necesidad de convocar a audiencia pública, el salto discreto de las tarifas de gas y electricidad recién podría aplicarse a partir de febrero, un mes más tarde que lo anunciado hoy por el vocero presidencial Manuel Adorni. En el caso de la electricidad, el gobierno podría jugar en el límite de lo legal y forzar una suba del precio estacional a partir de enero, pero fuentes privadas consultadas por este medio, desaconsejan avanzar por esa vía. Para retirar completamente los subsidios a hogares de clase media (Nivel 3), el precio de la energía debería incrementarse 15 veces.


Caputo anunció ayer la reducción de subsidios en las tarifas de energía, pero no precisó de cuánto será la suba.

El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció este miércoles las 10 principales medidas del programa macroeconómico que pondrá en marcha el gobierno de Javier Milei. En ese decálogo figura la reducción de los subsidios a las tarifas de gas y electricidad, que entre enero y octubre de este año sumaron US$ 8.862 millones, casi 2,2 puntos del PBI, según cálculos de Economía y Energía, la consultora que lidera Nicolás Arceo. Si bien el titular del Palacio de Hacienda no precisó cómo se avanzará con esa retracción y a qué ritmo, fuentes fuentes cercanas a Economía indicaron a EconoJournal que el salto discreto de las tarifas de energía recién se concretará a partir del 1º de febrero de 2024 e incluso podría demorarse hasta el 1º de marzo.

¿La razón? La necesidad legal de convocar a una audiencia pública antes de incrementar las boletas domiciliarias de gas y electricidad. Asesores Legales del gobierno entrante descartaron la posibilidad de incrementar el Valor Agregado de Distribución (VAD) sin realizar primero una convocatoria pública. No quieren violar el fallo Cepis con el que la Corte Suprema de Justicia volteó el primer aumento de tarifas dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri en 2016.

El proceso administrativo para llamar a audiencia pública demora entre 30 y 40 días corridos. Eso quiere decir que si el Enargas o el Enre publicaran la convocatoria esta semana en el Boletín Oficial —algo, a priori, improbable—, la audiencia recién podría concretarse hacia mediados de enero. Luego, los entes reguladores deberán realizar un informe de lo presentado por los privados (licenciatarias de servicios de distribución y transporte y otras empresas como productores de gas o generadores de energía), por las organizaciones de defensa al consumidor y ciudadanos independientes. La elaboración de esa devolución demandará, como mínimo, de otras dos semanas, por lo que, en el mejor de los casos, los nuevos cuadros tarifarios recién podrían publicarse a principios de febrero del año que viene o incluso, siendo más realista, el 1º marzo de 2023.

Si finalmente el gobierno quisiera jugar en el margen de lo regulatorio y mover las tarifas antes de realizar las audiencias, podría hacerlo, en el caso de la electricidad, ajustando el precio mayorista de la energía (PEST) que se carga en las facturas residenciales, una opción que la gestión de Sergio Massa aplicó en algunos pasajes de 2023. Técnica y regulatoriamente podría avanzar en esa dirección, pero estaría dejando un flanco abierto para que alguien impugne judicialmente esa suba, por lo que tres altos directivos de empresas distribuidoras y dos expertos en regulación consultados por EconoJournal indicaron que lo más prudente sería convocar a una audiencia pública en enero y actualizar las tarifas recién a partir de febrero.

Lo concreto es que abogados que trabajan en el Ministerio de Economía y en Presidencia están estudiando a fondo el tema para saber si hay algún resquicio para poder avanzar con la quita de subsidios el 1 de enero, como anunció esta mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, pero parece complejo.

Muy desactualizadas

En cualquier caso, el desafío de reducir los subsidios a las tarifas de gas y electricidad es enorme. Del aumento del dólar oficial comunicado este martes se desprende que un hogar de clase media (Nivel 3) pagará en diciembre sólo un 6% del precio real de electricidad, denominado en la industria como costo monómico. Como consecuencia de pisar la suba de tarifas para los sectores medios, que en la práctica, tal como publicó este medio en julio de este año, terminó equiparando el costo de ese segmento con el de tarifa social (Nivel 2).

Un hogar de clase media paga hoy 3200 pesos por cada megawatt por hora (MWh). Los usuarios de Nivel 1 (altos ingresos) abonan, en cambio, unos $ 21.000 por MWh, es decir, casi siete veces más. Por eso, en términos relativos, la quita de subsidios de gas y electricidad impactará mucho más en los sectores populares y en la clase media que en los sectores de mayor ingreso.

Calculado sobre la base de un costo monómico de la electricidad de 65 dólares, los 3200 $/MWh que pagan los hogares del Nivel 3 (medios) representaban hasta ayer casi un 15% del costo real de la energía (unos 24.000 pesos). Con un tipo de cambio de $ 800 como el que anunció Caputo este martes, el precio monómico de la electricidad trepará hasta los 52.000 $/MWh. De ahí que el precio mayorista que está cargado en las facturas residenciales sólo alcanza para cubrir un 6% del costo real.

Lo que no está definido, ni está cerca de estarlo, es a qué velocidad avanzará el gobierno con la reducción de subsidios. Fuentes cercanas a La Libertad Avanza (LLA) admitieron que, por el fuerte impacto en tarifas, no es factible que la reducción se concrete en sólo dos etapas (enero/febrero y abril), como circuló esta semana. Para los hogares de clase media (Nivel 3), que representan un 17,6% del total, la eliminación total de los subsidios en las facturas eléctricas implicaría que el precio de la energía se multiplique por 15 veces.

Ese salto en el precio mayorista —uno de los cuatro componentes incluido en la boleta que paga el usuario junto con el VAD, el costo de transporte y los impuestos— generaría aumentos, en algunas categorías, de más de 500% en las facturas finales que llegan a los usuarios residenciales. Por eso, allegados a Caputo indicaron que la suba podría escalonarse durante varios meses a lo largo de 2024.

Nueva segmentación

En la actualidad, la segmentación discrimina en tercios: N1 (usuarios de ingresos altos), N2 (usuarios de ingresos bajos) y N3 (usuarios de ingresos medios). La intención del gobierno es estructurar un nuevo esquema tarifario en función de déciles socioeconómicos. La idea es subsidiar un bloque de consumo sólo para determinados deciles, aunque no está precisado de cuánto será ese bloque. Sí trascendió que no sería de 400 KWh-mes como se subvenciona hoy para los usuarios N3, sino que probablemente se ubique en la mitad de esa cifra.

Los usuarios de bajos ingresos, agrupados en el nivel 2, representan actualmente el 49,6% del total de los usuarios a nivel nacional. Ese segmento hoy está pagando 2981 pesos por Mwh por todo su consumo. La intención sobre la que trabajan en Economía es pasar a subsidiar sólo una parte de su demanda.

Fuente: EconoJournal