Los ramales diésel Merlo – Lobos y Moreno – Mercedes de la línea Sarmiento verán reducida drásticamente su frecuencia a partir de este miércoles producto de “inconvenientes en la provisión de combustible”, según se comunicó internamente al personal de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE). Se trata de una reducción de servicios de entre el 30 y el 40% según el ramal y el día de la semana.
En el caso del Moreno – Mercedes se recortará uno de cada tres trenes de lunes a viernes, pasando de 21 servicios por sentido a solamente 14. Para el Merlo – Lobos, la reducción supone un achicamiento aún mayor, pasando de 21 trenes por sentido a solamente 12 y eliminando los servicios que tenían como cabecera intermedia a la estación de Marcos Paz.
Estas cancelaciones se suman a las recientes reducciones de servicios en los ramales eléctricos de las líneas Mitre y Sarmiento.
Por otro lado, se hizo público que la operadora ferroviaria cerró a partir de esta semana gran parte de las boleterías de las líneas Mitre, San Martín y Sarmiento, donde no se podrá cargar SUBE ni comprar boletos en efectivo, manteniendo solo el servicio en las principales estaciones de cada línea. El cierre de boleterías de la línea Mitre afecta también a las estaciones del Tren de la Costa.
La medida es consecuencia directa de la finalización del contrato que tenía Trenes Argentinos con una empresa recaudadora de caudales y la falta de un acuerdo para su continuidad a causa de pagos adeudados. No se descarta que la medida se extienda a otras líneas.
Las boleterías que se mantienen con servicio serán Retiro, Belgrano C, Tigre, San Martín, San Isidro, José León Suárez, Urquiza y Villa Ballester en la línea Mitre; Retiro, Palermo, Caseros, San Miguel, José C. Paz, Derqui y Pilar en la línea San Martín y Once, Liniers, Morón, Merlo y Moreno en el caso de la línea Sarmiento.
Si bien el resto de las boleterías no podrán cumplir con su principal función, se mantendrán abiertas para dar información a los usuarios y anunciar la marcha de trenes. La Unión Ferroviaria, en un comunicado de su cuerpo de delegados, instó a la operadora a regularizar la situación a la brevedad y le solicitó que informe a la brevedad “hasta cuándo durará este plan de emergencia”.
Estas complicaciones se dan en un contexto de completa incertidumbre para Trenes Argentinos, que sigue a la espera del nombramiento de nuevas autoridades por parte del Gobierno Nacional, inexplicablemente demorado. La carencia de una dirección en la empresa empieza a repercutir hasta en los puntos más básicos de las prestación del servicio ferroviario como la compra de gasoil, el servicio de recaudación de caudales o incluso el desabastecimiento de los coches comedor en los servicios de larga distancia.
A la amenaza de una nueva gestión con un claro perfil de ajuste y que hizo explícitas sus intenciones de privatizar todas las empresas del sector, se le antepone la ausencia total de dirección política para ellas. Mientras Trenes Argentinos continúa en una suerte de “piloto automático”, las consecuencias de esta acefalía se dejan ver más temprano que tarde e impactan en el día a día de los usuarios.
Fuente: enelSubte