El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge “Loma” Ávila, apuntó contra las empresas operadoras de la cuenca del Golfo San Jorge, que anunciaron una baja de la inversión en 2024. Cargó especialmente contra YPF luego de una reunión realizada la semana pasada en la que petrolera bajo control estatal confirmó su plan de disminuir los desembolsos en Chubut. También criticó en duros términos a Tecpetrol, brazo petrolero del grupo Techint. Y adelantó que convocará a una movilización para el próximo 22 o 23 de febrero en la rotonda de ruta 3 y 26 en Comodoro Rivadavia para resistir la caída de la actividad hidrocarburífera en la cuenca.
Ávila participó el viernes de un encuentro en la Casa del Chubut en Buenos Aires del que participaron gobernador Ignacio “Nacho” Torres; el ministro de Energía e Hidrocarburos provincial, Federico Ponce; el intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili; y representantes de las cuatro operadoras más grandes de la provincia (PAE, YPF, Tecpetrol y CAPSA), junto a miembros de la comisión directiva del sindicato.
El eje central fue definir las inversiones en la cuenca para 2024: allí YPF se comprometió a desembolsar unos US$ 250 millones en 2024, una baja del 20% con relación a 2023 (US$ 320 millones). Tecpetrol, que opera el yacimiento El Tordillo, que desde hace años ingresó en una marcada etapa de declinación por razones geológicas, anunció un desembolso de US$ 15 millones en el área. Una vez que los representantes cuantificaron las cifras de inversión, Ávila cambió el tono de la reunión, que había sido convocada en buenos términos por el gobernador. El propio Torres quedó descolocado.
El dirigente gremial —que en octubre de 2023 llegó al Congreso como diputado nacional en representación de Juntos por el Cambio, un cargo que le ofreció el gobernador patagónico— cuestionó a YPF por instalar desde hace algunas semanas que el Golfo San Jorge, la cuenca donde la compañía descubrió petróleo hace más de 100 años, ya no es más un activo estratégico dentro de su porfolio. El disparador de ese malestar fue una reunión realizada a mediados de enero en Comodoro Rivadavia en la que directivos de YPF comunicaron a referentes políticos, sindicales y empresariales de Chubut la decisión de buscar socios o empresas interesadas en operar sus campos maduros o secundarios. En ese cónclave se admitió que hoy la prioridad es concentrarse en Vaca Muerta para incrementar la producción de petróleo del país y de esa manera incrementar los saldos exportables.
Los directivos de YPF anunciaron, además, que deben encarar también una eficientización de costos en sus operaciones en el Golfo, dado que la empresa es la que registra en la cuenca el ratio más elevado de trabajadores asignados por pozo. YPF emplea 2,4 operarios por pozo, tres veces más que Capsa y un 50% más que Pan American Energy (PAE), el mayor productor de hidrocarburos de Chubut.
Trasfondo político
El malestar de Ávila en la reunión del viernes escaló a tal punto que, por la tarde, el sindicalista decidió ausentarse de la sesión en la cámara baja del Congreso aprobó en general la «Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos», conocida como “Ley Ómnibus”. Diputados votará este martes en particular los capítulos de esa Ley.
La escalada del escenario debe interpretarse también a partir de un trasfondo político-sindical concreto. En lo gremial, Ávila tiene que contener la preocupación que se empezó a instalar en las bases del sindicato por una eventual salida de YPF. En los yacimientos de la petrolera que preside Horacio Marín trabajan más de 3200 operarios petroleros entre los que tiene ascendencia Sergio Kunkeshener, un ex delegado de SP (una empresa de perforación que fue absorbida por AESA, una subsidiaria de YPF) que hoy se desempeña como prosecretario de Actas del sindicato de petroleros de base de Chubut.
En lo político, el conflicto en Chubut puso de manifiesto un resquebrajamiento de la relación entre Ávila y Torres, que se empezó a enfriar a fines de diciembre. No fue casual que en un video difundido ayer, en el que el líder sindical directamente amenaza a las petroleras con ingresar a la fuerza a los yacimientos de la provincia si no obtiene una respuesta favorable del gobierno nacional, también cuestiona al gobernador de Chubut y lo conmina a tomar una posición frente al conflicto.
Parece que el mandatario recogió el guante porque ayer cuestionó a YPF porque «se quiere ir como si nada» de la provincia. «Anuncian muy libremente sus planes de devolución de áreas maduras sin tomar dimensión del enorme pasivo ambiental generado mientras lucraban en esas mismas áreas, haciendo usufructo de recursos que son de la provincia», sostuvo Torres a través de un comunicado difundido por Télam. Aún así, más allá del contrapunto político por esta cuestión en particular, el vínculo personal entre Torres y Ávila se mantiene activo y allegados a ambas partes señalaron que buscarán preservarlo pese a la belicosidad de la agenda petrolera.
El endurecimiento discursivo del mandatario es una novedad dado que en un primer momento se había mostrado más que propenso con el proceso anunciado por YPF de encontrar petroleras independientes que le pongan foco al desarrollo de campos maduros en la provincia.
Evitable
Lo curioso es que más allá del conflicto político entre referentes de la provincia y la sobrepresentación pública que adquirió la desinversión de YPF en el Golfo San Jorge, lo concreto es que la petrolera bajo control estatal no prevé salir —al menos no completamente— de Chubut.
Desde un primer momento, la petrolera dejó en claro que no se desprenderá de Manantiales Behr, su principal área en la provincia, donde lleva adelante desde hace algunos años un proyecto de recuperación terciaria (con polímeros) de crudo y además construyó un parque eólico de la mano de YPF Luz, otra de sus empresas controladas.
Además, el crudo Escalante es importante para el complejo refinador de YPF, que precisa de crudos más pesados (como el del Golfo) para blendear con el petróleo Medanito de Vaca Muerta, mucho más liviano.
Por eso, YPF anunció para este año una inversión de alrededor de US$ 250 millones, una cifra para nada despreciable. Es cierto es en 2023 desembolsó unos US$ 320 (un 20% más), pero no es un recorte que en sí mismo explique la escalada conflictiva que se registró en los últimos días.
Cómo sigue el conflicto
Sobre la reunión realizada el viernes pasado, Ávila precisó: “Nos dejó muy mal parados, ahora dependemos de que el gobernador y el intendente de Comodoro Rivadavia se pongan de acuerdo para enfrentar a las operadoras y que se hagan cargo del pasivo ambiental”. Macharashvili ya dejó en claro en declaraciones públicas y en reuniones privadas con representantes empresariales de la cuenca que no quiere que YPF reduzca su presencia en Chubut,.
“Cuando se habla de baja de inversiones se está tratando de golpear ala provincia de Chubut. Indudablemente entendemos que es un yacimiento maduro, viejo, pero la inversión se está yendo para otro lado y a Chubut la dejan descartada”, señaló Ávila en diálogo telefónico con EconoJournal.
En un video difundido por El Comodorense, Ávila cuestionó que “tenemos que seguir esperando que a los señores se les ocurra ver cómo siguen bajando la inversión y si encuentran alguna empresita (sic) que quiera quedarse con el pasivo ambiental de la provincia de Chubut”. “Este es el negocio de YPF, nosotros lo vamos a discutir, lo vamos a pelear”, determinó.
“Deben hacerse cargo del pasivo ambiental que le ha hecho tanto daño a la cuenca. Comodoro Rivadavia era una ciudad con un yacimiento a su alrededor. Se perforó el mar y los pozos no se taparon. El 90% de ese pasivo le corresponde a YPF”, dijo el diputado. Y cerró con una advertencia directa: “entre el 22 y 23 de febrero vamos a movilizar todo Comodoro Rivadavia. Vamos a entrar al yacimiento, van a tener que traer mucha Policía y mucha Gendarmería para que nos detengan a nosotros”.
6Fuente: EconoJournal