El GNL se ha convertido en un componente fundamental de la matriz energética mundial, y su papel como recurso flexible, eficiente y fiable gana cada vez más protagonismo. Vaca Muerta debe jugar en esas grandes ligas, altamente competitivas, si quiere dar un salto exponencial del desarrollo de sus gigantescos recursos gasíferos.
El 15º Informe Mundial de GNL anual de la Unión Internacional del Gas (IGU) revela que el comercio mundial de GNL creció un 2,1 % en 2023, con un total de 401 millones de toneladas comercializadas. Este negocio global ahora conecta 20 mercados exportadores con 51 importadores, mientras que la oferta es actualmente el principal factor limitante del crecimiento.
El informe destaca que, después de dos años de graves turbulencias, el mercado de GNL ha encontrado un equilibrio nuevo pero frágil, dada la falta de suministro adicional en el corto plazo. Ahí se abre una oportunidad para el proyecto de YPF y la malaya Petronas, que podría arrancar en 2026, si se generan las condiciones para una megainversión del orden de los 30 mil millones de dólares. O el reciente proyecto anunciado por PAE, que cerró un acuerdo por 20 años con la compañía Golar LNG Ltd. para contar con una unidad regasificadora flotante (FLNG) .
Crecen las terminales importadoras
El crecimiento de la capacidad de recepción de GNL dio forma al desarrollo del mercado durante los últimos 24 meses, que alcanzó unos impresionantes 1.029,9 millones de toneladas anuales (MTPA) en 47 mercados a fines de febrero de 2024, con la adición de casi 70 MTPA en 2023, que fue el año con mayor cantidad de nuevas incorporaciones desde 2010.
Europa, que tras la guerra en Ucrania comenzó a dejar de lado a Rusia como proveedor confiable de gas, vio la mayor incorporación de capacidad con 30 MTPA, seguida de las 26,9 MTPA de Asia y las 13 MTPA de Asia Pacífico. Filipinas y Vietnam se unieron al club de importadores de GNL en 2023 por primera vez.
Mientras que la oferta se mantuvo limitada, con solo un crecimiento interanual del 0,8 % a partir de la incorporación de 3,8 MTPA de Indonesia en Tangguh LNG.
Según indica el informe de la IGU, es probable que la capacidad mundial de licuefacción crezca a más de 700 MTPA para 2030, impulsada por nuevos FID y el inicio de proyectos actualmente en construcción para respaldar la creciente demanda, particularmente en los ascendientes mercados asiáticos, donde el cambio de carbón a gas es crucial como estrategia de descarbonización.
Los que dominan el mercado del GNL
El año pasado, la exportación de GNL estuvo dominada por EE.UU., que se convirtió en el mayor productor y exportador (84,53 MT en 2023 frente a 75,63 MT en 2022), seguido de Australia (79,56 MT), Qatar (78,22 MT) y Rusia (31,36).
En 2023, los mercados de GNL finalmente recuperaron el equilibrio. Platts JKM, la referencia de precios de Asia para el GNL, promedió 13,86 dólares/millón de unidades térmicas británicas (mmBtu), cerca de su promedio de 10 años de 12,01 dólares/mmBtu. Por encima de las expectativas de muchos analistas, en el primer trimestre de 2024, el JKM estuvo por debajo de los precios de los contratos a largo plazo vinculados al petróleo.
China volvió a ser el mayor importador de GNL con 71,19 millones de toneladas, Japón y Corea se mantuvieron en segundo y tercer lugar a pesar de las caídas anuales, e India volvió a la cuarta posición, con una mayor demanda en respuesta al menor precio spot.
Europa también consolidó su papel como un peso pesado importador de GNL, al ser la segunda región importadora más grande en 2023 con 121,29 MT, que significa casi la mitad de la demanda gasífera del continente. Así es que la competencia entre los mercados asiáticos y europeos sigue siendo una dinámica clave del mercado.
Se diversifican los actores
La IGU destaca que “la industria del GNL ya no es un juego solo para los grandes mercados o las grandes empresas, y los actores de cartera desempeñan un papel cada vez más importante”. En 2023, alrededor de 180 empresas participaron en entregas de GNL bajo contratos a plazo, mientras que alrededor del 35% de las transacciones se realizaron a precio spot.
Sin embargo, el mercado, con una oferta limitada, enfrenta varias incertidumbres importantes que contribuyen a la fragilidad de su equilibrio actual. Entre ellas se desatacan la pausa en las aprobaciones de proyectos de GNL no sujetos al TLC de la Administración Biden, que podría retrasar más de 70 MTPA de nueva capacidad; las sanciones al GNL ruso, que afectan a casi 20 MTPA de capacidad esperada; la posibilidad de que Ucrania no extienda el acuerdo de tránsito de gas ruso a fines de 2024; los cuellos de botella en los astilleros; el riesgo de seguridad en curso en Medio Oriente; así como la disminución de la oferta de algunos yacimientos de gas.
A su vez, el informe de la IGU indica que más de 120 MTPA de capacidad de licuefacción actualmente operativa tienen más de 20 años, y algunas de estas instalaciones están siendo suspendidas debido a la producción insuficiente de gas upstream, lo que exige atención al riesgo del lado de la oferta.
El presidente de la IGU, Li Yalan, indicó que “a medida que el mundo avanza hacia un futuro de bajas emisiones, las naciones buscan formas de lograr sus compromisos climáticos y, al mismo tiempo, mantener la energía asequible, disponible y segura. El GNL es una herramienta que será fundamental para brindar una mayor resiliencia para un cambio rápido sistemas energéticos en todo el mundo, y tendrá un papel esencial en la mitigación del riesgo inherente de incertidumbre a través de ese proceso".
Los nuevos proyectos en marcha
En 2023, el volumen de capacidad de licuefacción aprobada alcanzó los 58,8 MTPA, un aumento significativo en comparación con los 22,4 MTPA de 2022. Esto se debió principalmente a tres proyectos en Estados Unidos: Rio Grande LNG T1-T3 (17,6 MTPA), Port Arthur LNG T1-T2 (13,5 MTPA), Plaquemines LNG T19-T36 (10 MTPA), y uno en Qatar de la firma QatarEnergy LNG T12-T13 (15,6 MTPA). Además, también se aprobaron Gabon LNG (0,7 MTPA) y Altamira LNG T2 (1,4 MTPA).
A su vez, el año pasado se puso en funcionamiento un total de 3,8 MTPA de capacidad de licuefacción a nivel mundial con la incorporación de Tangguh LNG T3 en Indonesia, que aumentó la capacidad total de la planta a 11,4 MTPA. Esta fue la única instalación nueva que comenzó la producción, lo que limitó el crecimiento de la oferta global 0,8% interanual. Tango FLNG, un proyecto de GNL flotante en el Congo, inició su producción en febrero de 2024, lo que elevó la capacidad de licuefacción global a alrededor de 483,1 MTPA a fines de febrero de 2024.
En general, es probable que la conmoción del mercado causada por el conflicto entre Rusia y Ucrania estimule la inversión en instalaciones de licuefacción adicionales a medida que los gobiernos pongan más énfasis en aumentar la seguridad energética, al mismo tiempo que equilibran los objetivos de descarbonización en este panorama que cambia rápidamente. Si todos los proyectos se materializan, la capacidad mundial de licuefacción se triplicaría. Sin embargo, es poco probable que una buena parte de los proyectos anteriores a la FID avancen hacia la aprobación.
Los proyectos también enfrentan demoras debido a impactos regulatorios, como la decisión del Departamento de Energía de Estados Unidos de pausar las aprobaciones de exportación de GNL.
Europa y Asia, dos polos sedientos de GNL
Europa ha mantenido su preferencia por los proyectos flotantes frente a las terminales terrestres: de sus siete nuevos proyectos en línea en 2023, seis están basados en FSRU con una capacidad total de 24 MTPA.
Por el contrario, Asia y Asia Pacífico han mostrado una preferencia por las terminales terrestres, que están preparadas para satisfacer la creciente demanda de GNL a corto y largo plazo y permitir nuevas ampliaciones de capacidad. Actualmente, las dos regiones poseen la mayor parte de la capacidad de regasificación mundial, con importantes planes y proyectos en construcción.
Por el contrario, los proyectos en el sur de Asia y el sudeste asiático han enfrentado retrasos notables en los últimos años debido a la falta de incentivos para los inversores, dados los riesgos para la demanda de GNL en la región sensible a los precios y el ritmo generalmente lento de desarrollo de la infraestructura.
Los factores a largo plazo en las dos regiones apuntan a un crecimiento de la demanda de GNL; por ejemplo, se espera que el sudeste asiático se convierta en un importador neto de gas a partir de la década de 2030. Filipinas y Vietnam se convirtieron en nuevos importadores de GNL, con la puesta en servicio de sus primeras terminales de GNL en el año, mientras que la Dhamra LNG de la India también se puso en funcionamiento en 2023 después de un retraso de dos años respecto de su cronograma de puesta en marcha original.
Fuente: Más Energía