El Gobierno confirmó oficialmente que fue dado de baja el crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la modernización de la línea San Martín, que incluía como pieza clave a la postergada obra de electrificación.
De acuerdo con el reciente informe presentado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos ante la Cámara de Diputados, el monto total del préstamo asignado al proyecto “ha sido redireccionado según surge del Decreto N° 680 del 31 de julio de 2024″.
La decisión de reasignar el crédito para otros fines no ferroviarios había sido anticipada por este medio meses atrás. En aquel entonces, las autoridades habían manifestado que el proyecto “no era prioritario”.
Si bien en el mismo informe se afirma que continúa en trámite la licitación para la renovación de vías y señalamiento entre Retiro y Pilar, que había sido lanzada en 2022 y que hasta el año pasado registraba avances, lo cierto es que su adjudicación permanece cajoneada por el Gobierno: la falta de fondos para su concreción implica su virtual caída.
El proyecto de modernización del San Martín tampoco está contemplado entre las iniciativas con financiamiento internacional que fueron traspasadas recientemente a la Secretaría de Transporte. Cabe recordar que hasta diciembre pasado la gestión del proyecto en general -y de la licitación de renovación de vías y señalamiento en particular- estaba a cargo de la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DGPPSE) -organismo que había quedado en el limbo y acéfalo tras el cambio de Gobierno–
El informe del jefe de Gabinete, a su vez, intenta justificar las demoras del proyecto de modernización estructural de la línea en las “obras urgentes” a determinar por la SOFSE, quien habría presentado “un listado de obras y contrataciones indispensables para la línea, que está siendo evaluado”.
Vale notar, sin embargo, que estas obras no fueron incluidas en el listado de proyectos a priorizar en el marco de la emergencia ferroviaria. Este programa, revelado en exclusiva por enelSubte, aún no ha sido oficializado y permanece a la espera de asignación de fondos.
Al mismo tiempo, tampoco aparecen en ese listado inversiones relativamente menores y urgentes, como el caso de la la demorada reparación general de las 24 locomotoras SDD7, que está adjudicada desde hace más de medio año pero que todavía no comenzó a ejecutarse.
Acaso como un efecto cascada de la baja del proyecto de electrificación, el informe oficial también confirma la virtual caída de la licitación para la compra de nuevos trenes eléctricos para la línea, adjudicada a fines de 2021 a la empresa rusa TMH.
Allí se detalla que el contrato se encuentra “pendiente de suscripción (…) así como el respectivo convenio de financiamiento”. Esto último significa que la compra no posee fondos asignados. La empresa rusa, a su vez, quedó en una frágil situación tras la catarata de sanciones internacionales al país euroasiático a raíz del conflicto con Ucrania y optó por retirarse del país el año pasado, vendiendo sus operaciones a la firma local Motora Argentina, lo que añade una nueva capa de incertidumbre a la compra.
La parálisis total de los proyectos para la modernización de la línea San Martín -una de las líneas más postergadas en términos de inversiones y donde se produjo, precisamente, el hecho que gatilló el dictado de la emergencia ferroviaria- contrasta con la situación de otras iniciativas con financiamiento internacional, que registran una tímida reactivación -tal el caso del proyecto de la línea Roca- o que al menos fueron incluidas en la lista de inversiones a priorizar.
Fuente: enelSubte