A partir de este mes, Argentina ya no importa el gas desde Bolivia, marcando un antes y un después en el vínculo comercial que comenzó en la década de 1970 y ha permanecido vigente hasta ahora. En este contexto, la proliferación de Vaca Muerta y el cierre de obras clave han modificado el escenario energético argentino creando una gran expectativa por esto.
El pasado jueves 10 de octubre tuvo lugar la inauguración del proyecto de reversión del Gasoducto Norte, una obra financiada con una inversión total de alrededor de 740 millones de dólares. De ese número, 540 millones tienen su origen en un crédito brindado por el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF). Esta obra, que modifica el sentido del flujo del gas en el ducto que antes importaba gas boliviano, hará posible que el gas generado en Vaca Muerta llegue satisfactoriamente a las provincias del norte argentino.
Tucumán se desliza del gas de Bolivia y ahora recibirá el de Vaca Muerta
Durante este mes, los usuarios residenciales, las estaciones de servicio de GNC y las industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy recibirán el abastecimiento del gas local. Conforme las redes de gasoductos se expandan, los volúmenes de suministro de gas local seguirán creciendo.
Esta medida tendrá un impacto económico. El precio promedio anual del gas producido en Argentina es de 3,5 dólares por millón de BTU (British Thermal Units), bajando a 2 dólares durante los meses de verano. No obstante, la importación de gas desde Bolivia tenía un coste de unos 11,8 dólares por millón de BTU. Siguiendo esta línea, las compras de gas natural licuado (GNL) ostentaban un valor promedio de 11,1 dólares.
En 2024, el precio promedio del gas en Argentina ha sido de 4,77 dólares, con el 90% del abastecimiento de origen local. Para 2025, se pronostica que la disminución de las importaciones, especialmente las compras a Bolivia y el mantenimiento del nivel actual de importación de GNL, bajarán el precio promedio del gas a 4,10 dólares por millón de BTU, una reducción del 14% si lo comparamos con el precio actual.
Tucumán se despide de Bolivia: ahora su gas viene de Vaca Muerta
La producción nacional de gas ya ha registrado cifras récord, con un pico de 153 millones de metros cúbicos diarios en agosto, el nivel más alto de los últimos 21 años. De esa cifra, el 65% proviene de la producción no convencional de Vaca Muerta, como consecuencia del progreso de la tecnología de fractura hidráulica (fracking), que ha hecho posible la explotación de esta formación geológica.
Según el Reporte de la Agencia Noticias Argentinas, hace dos décadas Vaca Muerta no se vislumbraba como una alternativa viable por la dureza de su roca. Sin embargo, la evolución del fracking ha hecho posible lo que antes parecía imposible.
Con una gran expectativa por delante, el Gobierno habilitó la libre competencia para la exportación de gas, una decisión clave para extender los mercados a los que podría llegar el gas de Vaca Muerta. Después de 50 años, Tucumán pierde el gas de Bolivia y, tras décadas de dependencia energética, Argentina está en vías de alcanzar un cambio considerable en su matriz energética.
Fuente: El diario24